Hasta el año que viene

Se acaba 2011, el año en el que pasamos de 3 a 5, el año en el que nació este blog. Como familia multi-gato tenemos muuuuchos deseos, todos buenos, para el 2012. Entre ellos, que nuestra familia no siga creciendo en la misma proporción y que nuestro blog siga recibiendo todas vuestras visitas, que nos emocionan y alegran.

Es el momento de hacer balance del año que ha pasado...

Estrellita se mira al espejo y reflexiona: "Qué pienso me gusta más? Kitten o Renal?"

Y la conclusión principal a la que he llegado después de taaaanto pensar es: tenemos que aprovechar cada día como si fuese el último, exprimir al máximo los momentos en los que estamos con aquellos a los que queremos, porque cada año se pasa más rápido que el anterior!! 

Yunus y Estrellita (la mancha negra) se quieren!

A quererse todo el mundo!!!

FELIZ 2012 

Doña Angustias

Angustias podría ser mi segundo nombre: Gema Angustias. Me viene como anillo al dedo porque todo lo que se salga de mi rutina diaria me angustia.
El día 1 nos vamos de viaje... a Roma!!! Evidentemente es guay, me voy de minivacaciones después de no haber hecho una triste maleta desde septiembre, pero me angustia que el avión salga a las 7 AM del día 1 porque voy a tener que pegarme el madrugón de mi vida, me angustia que pueda llover, me angustia que se pierda mi maleta, me angustia tener que compartir baño con desconocidos en el bed&breakfast al que vamos, me angustia que haya colas infinitas para visitar lo que queremos...

Pero por encima de todo ME ANGUSTIA DEJAR SOLITOS A MIS GATOS!!!

Desde que compré los billetes no he dejado de pensar en esos 4 días en los que no podré estar con ellos. Me he imaginado todo tipo de catástrofes y desgracias: macetas que se caen, clips que se atoran en las gargantas, puertas que se cierran y pillan rabitos, cuencos de agua que se vacían...

Así que, para quedarme un poco menos intranquila, he organizado toda una cuadrilla de cuidadores de gatos que vigilen a mis mininos en mi ausencia:
- El día 1 se pasarán mis padres. Confío en ellos al 150%, a mi padre le gustan mucho los gatines y se que los va a mimar un poco además de cumplir con las tareas básicas de limpieza de areneros y alimentación. Problema: sólo puedo hacerlos venir un día porque viven a unos 20 km. y no es plan de tenerlos en el coche tanto tiempo, que son mayores.
- Los días 2 y 3 es el turno de Ivonne, la chica que limpia en casa. Me quedo tranquila cuando se pasa ella porque cumple perfectamente con su tarea: limpiar areneros, rellenar platos y cambiar agua. Problema: ni mimos ni cariños, eficiencia sin amor!
- Los días 4 y 5 es el turno de David, un amigo de mi chico que vive en el barrio y que adora a los gatos. Problema 1: no se hasta qué punto fiarme de un chico... a ver, que vivo con uno y se que sus cabezas no dan para estar en los detalles, así que no descarto que se deje abierta alguna puerta que no deba estarlo o que se olvide de rellenar algún platito. Problema 2: tiene una alergia que se muere, es entrar en casa y antes de darme dos besos estornuda, con lo cual irá, cumplirá y saldrá corriendo.

Sirio: "no me dejes con la loca de Minerva, no para de vigilarme..."

Total, que soy una exagerada, verdad? No puedo evitarlo, son mis pequeñines y me necesitan: a Estrellita le gusta meterse a mi lado debajo del edredón, Apolo se tumba conmigo a ver la TV, Sirio sólo me deja a mí quitarle las legañas, Yunus nos hace la croqueta cuando llegamos, a Minerva le encanta que la cepille... Me voy de vacaciones, sí, pero ANGUSTIADA.

Fe-liz-Na-vi-dad

(Modelos: Apolo, Minerva, Yunus, Sirio y Estrellita)

Un ratito de tranquilidad

Tampoco es que yo sea una gran consumidora de televisión, pero cuando casi ha terminado el día me gusta tumbarme un rato en el sofá y ver alguna serie, documental de viajes o de animalillos, o una película que no acabe muy tarde porque yo a las 12 me transformo en zombi, como la Cenicienta pero al revés!

Pero hay unos gatines que viven conmigo que han pensado que la TV perjudica mi cerebro y se han propuesto sabotear mi rato de relax...

Primero fue Estrellita:

Luego Yunus copió la idea:

Pero viendo que no daba resultados, Estrellita se buscó a Sirio como aliado:

Para colmo el televisor es muy pequeño porque se nos rompió la tele grande (heredada de mis padres, bastante duró la pobre) y esta es un préstamo de mi hermana hasta que tengamos presupuesto para comprarnos una nueva, por lo que tapan la pantalla completamente.

Y cada vez que hacen la gracia tengo que levantarme (no sin dificultades porque Apolo es un incondicional del sillón y suele estar tumbado en mis piernas), empujar al gatito que me impide la visión, volver a recolocar la manta, el gato de las piernas y el pijama, y repetir la operación un minuto más tarde.

Así, como comprendereis, no puedo relajarme...

Cinco frutas y verduras al día

Hace un rato leí una entrada escrita por Martina, una vaca que escribe desde un refugio que acoge animalillos varios. Habla de la fea costumbre que tenemos las personas de sacrificar miles de animales, especialmente en Navidad, para reunirnos alrededor de una mesa y zampar y zampar y zampar sin parar.

Y su entrada me ha hecho sentir fatal...

Yunus, compungido como yo.

Yo no soy especialmente carnívora, donde esté un buen brócoli con patatas o unas judías verdes rehogadas que se quite el filetón de ternera. Peeeero sí que como algo de carne de vez en cuando. Quizás sea una tontería, pero procuro comprar la que, según la etiqueta, procede de animales que han sido criados en condiciones dignas y no consumo jamás productos como el foie de pato cuyo horrible proceso de elaboración descubrí hace relativamente poco..

Adoro a los animales, me emociono con los vídeos en los que vacas, caballos, elefantes o ratas muestran sentimientos "humanos" y sin embargo, hace un par de semanas comí cordero en Segovia y me supo a gloria (rima!).

Además mi pareja, que es "Don Espiritualidad", me contó una vez que cuando comemos animales nos estamos tragando también todos los miedos que ese bichillo en cuestión ha vivido. Y claro, yo, que soy "Doña Sensiblera", veo imágenes de cochinillos chillando aterrorizados cada vez que me como una salchicha.

Total, que por un lado está mi conciencia y por otro la cadena alimenticia que dice que los humanos somos carnívoros. Y en el medio estoy yo, que salvo gatos callejeros y que tenía pensado cenar un sandwich de salchichón esta noche...

Espero vuestras opiniones, que estoy hecha un lío!

Imprescindibles

En una casa multigatuna como la mía hay ciertas cosas que no pueden faltar. Por ejemplo:

La caja de cartón del último pedido de Zooplus tirada en mitad del salón. Por lo general, la cajita dichosa se pasa todo el día muerta de asco, ningún gato se anima a jugar con ella. Pero en cuanto cae la noche y nos metemos en la cama empieza la juerga... Todas las noches nos toca levantarnos ("te toca a tí"... "noooo!! yo ya he recogido los areneros!!"), coger la caja y guardarla en la cocina procurando no encerrar involuntariamente a un gato (lo que supondría volver a levantarnos!!!). Y todas las noches me digo "mañana la tiro!!"...

Un cajón lleno de provisiones. Pienso renal y de dieta, pienso para los pequeños, comida húmeda renal, comida húmeda para pequeños, malta, premios varios...

Arenilla en el parqué. Por más que pasemos la escoba y el aspirador, es inevitable que los mininos se lleven la tierra pegada en las patas, así que el suelo de mi casa parece una playa. Imposible andar sin hacer ruido, a mis pasos los acompaña un "crac, crac..."

El rodillo quitapelos. Menos mal que a alguien se le ocurrió inventarlo, si no fuera por este artilugio mi ropa estaría cubierta por pelusilla de forma permanente. Mi ropa oscura ejerce una atracción irresistible sobre los pelos, así que mi rodillo es mi aliado antes de salir de casa!

El cesto de los juguetes. Por lo general el cesto se llena los martes, cuando la chica que limpia en casa se arma de paciencia y recorre todas las habitaciones recopilando pelotitas, peluches, ratones... Luego, a lo largo de la semana, los mininos se dedican a esparcirlos hasta que vuelve a llegar el martes y la historia se repite. 

El rincón de las fotos de gatos. Al igual que hay una pared dedicada a los viajes, marcos repartidos por las estanterías con fotos familiares, instantáneas de pareja... hay varios rincones ocupados por los gatines. Hasta en el baño hay fotos felinas!!!

Y, cómo no, siendo las fechas que son, en mi casa no falta...

EL BELEN DE GATOS!!!.

Queda inaugurada la temporada de polvorones!!!

Amor a distancia

Queridísima Efigenia:

Hace un par de días que no estoy en lo que estoy: el pienso ya no me sacia, los pajaritos no me entretienen, el láser no me divierte... Desde que leí tu comentario de la última entrada sólo resuena un eco en mi cabeza... Efi, Efi, Efi....
Porque...
TÚ TAMBIÉN ME GUSTAS!!! M-U-C-H-O!!!

Tu manchita, tu postura del ratón, tus aventuras con la largapata, tu pollo, tu jardín... TÚ!!! Ni la distancia ni la diferencia de edad suponen un problema para nosotros, nos queremos, sin más!!

Y estoy seguro de que será así para toda la vida...

Nos vemos a las 13:13.
Apolo

(Estoy rumiando un plan, aunque tengo que perfeccionarlo: me cambio por Carlitos!! No se van a dar cuenta... los dos somos rechonchillos o anchos de huesos, tragones, amigables...)

Caca

Los humanos hacemos cosas desagradables con nuestros cuerpos. Por ejemplo, las mujeres vamos al ginecólogo. Se mire por donde se mire, esas visitas son feas y tensas. Y lo mismo les pasa a los hombres cuando van al urólogo. Apolo, como buen gato casero, está empezando a descubrir estas costumbres...

Resulta que los gatos tienen "sacos anales". Como su propio nombre indica, son dos pequeños sacos y se sitúan en el ano (o culete, dependiendo de la finura del que lo cuente). Con ese nombre y esa ubicación, está claro que ahí no se acumula nada bueno... al parecer sirven para dar al gato (y al perro, mira tú por donde tienen eso en común!) su olor característico. Hasta aquí todo bien, un poco escatológico pero aceptable.

Llevaba varios días notando un olor "raro" en Apolo, algo así como a rancio, no sé... y me dio miedo pensar que pudiera tener alguna herida interna y que por culpa de una infección o algo malo se estuviese produciendo ese mal olor... Así que transportín al canto y corriendo al veterinario. Menos mal que fui, menos mal, menos mal... Apolo tenía una obstrucción en los sacos anales... obstrucción de qué?... de CACA!!! Sí, sí, por asqueroso que parezca! Y lo peor de todo es que un par de días más y la caca habría buscado un agujero alternativo al ano para salir... una fístula anal!!! Agh!!! Sólo la palabra fístula duele... fístula... FIStula... fis-tu-la...

Pobre Apolo, es un santo, soportó estoicamente que la veterinaria introdujese sus dedos por su culete... hasta que aquello explotó cual bomba fétida, llenando los azulejos de gotitas... vale, no sigo...

"Al veterinario?? nooooo!!!!!"

Y por qué cuento esto? Por qué os revuelvo el estómago con esta truculenta historia? Pues porque creo que es bueno saberlo por si les pasa a vuestros gatos, que nunca se sabe. Esto me confirma que cualquier pequeño síntoma es una alerta de que algo pasa, un pequeño olor, un cambio de comportamiento... Los gatos no hablan, pero se comunican a su manera!!

Oe, oe, oeeeee!!!

Me ha tocado un premio en un sorteo!!! A mí, que nunca me toca nada, que participo en todo lo habido y por haber, que me encantan los regalos... y me ha tocado!!!!
A ver, por partes: Wilma organizó un sorteo en su blog con motivo de su primer aniversario porque quería deshacerse de las creaciones que había ido haciendo para dar paso a otras nuevas. Pues bien, yo participé y me han tocado unas preciosísimas cajitas de cerillas!!!

Me ha hecho taaaaanta ilusión!! Me gusta mucho que me hagan regalos, pero si se trata de algo hecho con cariño ya no es que me guste, es que me hace muy feliz!!

Gracias Wilma!!!

Doctor, doctor

Ayer tocó visita al veterinario para Apolo, Minerva y Yunus. Había que revacunarlos y, de paso, hacerles una revisión rutinaria aunque estos gatos viven tan bien que no creo que se pongan malos en la vida...

Como yo estaba trabajando, el paciente padre de las criaturas se hizo cargo de la misión "gato al veterinario". Y como yo soy una exagerada y una catastrófica, mi pobre novio tuvo que hacerse 4 viajes a la clínica (afortunadamente está a 2 minutos del portal de casa). Y os preguntaréis: por qué 4 viajes para llevar a 3 gatos?
- Viaje 1: Apolo. (Y mientras, yo al teléfono: "Ten cuidado y no cojas el transportín del asa, que Apolo pesa mucho y se puede abrir, no vaya a ser que con el peso se parta algún plástico de los que cierra el cacharro, que no me fío de ese trasto ni un pelo")
- Viaje 2: Yunus. (De nuevo, llamada telefónica: "Por favor, sujétalo bien, que Yunus se mueve mucho y como se abra el transportín adiós gato, que este corre mucho y a ver quién es el guapo que lo encuentra y yo me muero si a mi gato le pasa algo, que nunca ha salido a la calle y hay coches y hombres malos!")
- Viaje 3: Minerva. (Yo, la pesada: "Madre mía, tendría que haber ido yo. Lo llevas bien sujeto, no? Mira que conozco varios casos de transportines que se han abierto y el gato, si te he visto no me acuerdo, que Minerva no tiene chip, a ver cuándo se lo ponemos, que esa es otra, que se nos va y no la encontramos, eh?")
- Viaje 4: las cartillas. ("Si es que no cambias, mira que te lo ha dicho veces Arantxa, trae las cartillas, trae las cartillas... no se dónde tienes la cabeza... No, no me da ninguna pena que tengas que hacerte un viaje más, es que nunca estás en lo que tienes que estar!!")

Parte médico:

Apolo: 6,4 kg.
Está un poco gordito (aunque yo digo que tiene los huesos anchos) y como tiene los riñones un poco perjudicados, estaría bien que adelgazara, para lo que nos han recomendado darle dieta blanda (renal) durante un mes o mes y medio (ahora me entero de que la dieta blanda engorda menos que el pienso..)

Minerva: 4,5 kg.
Está bien de peso, pero tenemos que mantenerla ahí porque unos gramillos más y ya se podrá decir que está gordita (que conste que yo la veo estupenda!)

Yunus: 5,5 kg.
Hay que vigilarlo, además es un tragón que no para de comer hasta que no se termina toooodo lo que haya en el plato.

Y por lo demás, nos dijo la veterinaria que son unos gatos encantadores (ronroneo!!), cariñosos (ronroneo más!!), buenos (ronroneo todo el rato!!) y que hemos tenido mucha suerte porque tienen un carácter estupendo (no puedo dejar de ronronear y sonreir, todo a la vez)

Y para seguir presumiendo de gatos, un par de fotos de los que me faltaban:

Sirio (guapo, guapo y guapo!!)

Estrellita (una imagen vale más que mil palabras...)

Mobiliario anti-gato

En mi casa hasta la propia casa es "de prestao". Hace unos años, cuando nos mudamos a vivir juntos por primera vez, entre familia y amigos conseguimos amueblar nuestro primer pisito de alquiler por cuatro perras. Como la casa estaba totalmente vacía, nos vinieron muy bien la lavadora y el somier que aportó mi cuñada, la mesa de centro y la de comedor con sus sillas a juego que donó mi hermana, el frigorífico, la alfombra, el menaje y la mano de obra que cedieron mis padres, los sillones, platos y toallas heredados de mis suegros, la mesa de la TV que nos regaló mi jefe... Poco a poco las paredes blancas se convirtieron en un hogar. 
Hace más o menos un año nos lanzamos a la piscina y decidimos que los maltrechos sillones ya habían vivido bastante (casi 30años!!!) así que, por un módico precio, adquirimos 2 preciosos sillones rojos, de 2 y 3 plazas, relucientes, comodísimos, nuevísimos...
Nuestros gatos siempre han sido respetuosos con nuestros muebles: un par de enganchones en las cortinas y varias macetas rotas, no recuerdo ningún daño mucho más grave. Sin embargo, por alguna razón que desconozco, en vez de elegir el somier que chirría o la mesa de la  TV coja, mis mininos han decidido cebarse con el sofá de 3 plazas.

Por qué? Por qué razón la han tomado con nuestra única propiedad? Lo único que podríamos vender en caso de necesidad, nuestros sillones, están heridos...

Qué puedo hacer yo para evitar males mayores? No quiero que mi sillón se convierta en un rascador gigante!!!

Juguetes rotos

Dicen que hoy en día los fabricantes crean sus productos para que duren un determinado período de tiempo, el justo para que la garantía no tenga que cubrir reparaciones. De este modo, el consumidor, una vez estropeado el cacharro en cuestión, en vez de reclamar se compra otro. A esto se le llama "obsolescencia programada".
Pues bien, la obsolescencia programada de los accesorios y juguetes para gatos, en el caso de una casa superpoblada como la mía, es cortita cortita. Mis pobres gatitos prueban un cacharro nuevo, juegan una semana con él y a los 7 días no tengo más remedio que guardarlo en el "armario de los cacharros pendientes de reparación", que en realidad quiere decir que se quedarán amontonados en el tendedero hasta que un día, harta de tropezarme 50 veces con objetos varios, me decida a bajarlos al trastero, donde acabarán su vida entre polvo y bicicletas.

El rascador favorito de Apolo, donde pasaba horas y horas observando los pajaritos, terminó tronchándose. Cada vez que lo veo pienso "esto lo tengo que arreglar yo". Entonces, lo observo durante un rato, incluso lo levanto y pruebo a poner la plataforma en su antiguo sitio, a ver si se sujeta sola... pero no soy capaz: ni me viene la inspiración ni se arregla milagrosamente...

El túnel de la risa, al que incluso dediqué una entrada, duró una semana escasa. Una semana escasa!!! Qué harían las cinco fieras para terminar con él...
A éste también lo observo, lo miro y lo remiro buscando una solución. Tan sólo tengo que encontrar una tela con la que volver a forrarlo y tendremos túnel nuevo... Cuándo? Sólo Dios lo sabe...

Y digo yo: tanto gastar dinero en juguetes para gatos para que luego se lo pasen pipa con sólo colarse en un armario...

Fracaso absoluto

No tengo más remedio que reconocer que ha sido un fracaso: mi deseo de ser casa de acogida de gatillos sin hogar no ha funcionado, la cosa no ha ido bien y soy consciente de ello. Por qué he fallado? A ver, vamos paso por paso...
Para ser casa de acogida hay que:
1º Recoger un gatito callejero. Vale, paso 1 completado con éxito, no solo recogí uno sino que me planté con dos: me avisaron de que había una gatita negra con los ojillos aún cerrados y me hice cargo de ella y luego me encontré a Sirio y me lo llevé a casa.
2º Dejar al minino en cuarentena. Así lo hicimos: preparamos el cuarto de invitados con un arenero, un comedero, agua y una camita de gatos. Apolo, Minerva y Yunus no podían pasar a esa habitación, que se mantenía siempre con la puerta cerrada.
3º Descartar enfermedades. Visita al veterinario al día siguiente de la recogida, factura pagada y gatos sanos.
4º Buscar una familia que se haga cargo de los felinos. Mmmmmm..... bueno, en principio lo hicimos, pero esa familia falló y después de eso empezamos a esperar a que apareciese una familia de la nada sin difundir a los gatos...
5º Entregar al gato en adopción. ............... tic, tac, tic, tac.....................

Está claro, los pasos 4 y 5 no los he cumplido. No he podido... Es que Sirio sigue siendo un gato miedoso a pesar de los grandes avances que hemos visto desde que vive en casa. Además, le gusta dormir en la butaca de la terraza y no le gustan los yogures y hay que limpiarle los moquillos una vez al día y le gusta chinchar a Minerva. Y es que Estrellita es muy pequeña y me sigue a todas partes y por las noches ronronea y se mete dentro de las sábanas y persigue a Apolo que es como cuatro veces ella y duerme con Sirio y todavía toma comida de "kitten".
Es que... es que.... es que NO PUEDO DARLOS.

NO PUEDO DARLOS!!!

MAMÁ: SE QUEDAN CONMIGO!!!

TENGO 5 GATOS. QUÉ PASA???!!!

Solución a la entrada anterior

Era más que evidente, la nota de color de la foto del post anterior es ese gatito naranja asomado a la celosía. Como bien dicen Dark y Efi , el minino tiene un parecido razonable con sus respectivos compañeros, pero en este caso se trata de un gatito residente en Madrid, en concreto es mi vecino nuevo.
Yo sabía que mi vecina del 8º1 había tenido una gata que murió hace como dos años. Un día me contó en el ascensor (subir hasta el 8º da lugar a muchas confidencias!!) que no quería tener más animales, que se pasa mal cuando están malos, que hay que estar pendientes de ellos... pero yo sabía que este momento iba a llegar y que no se iba a poder resistir a la tentación de tener minino nuevo.

Lo descubrí la semana pasada, cuando de pronto vi a mis cinco gatos subidos al rascador de la ventana del salón, maullando como posesos y con los rabillos como plumeros.

Cuando vi esa cabecita naranja sobresaliendo de la fachada a la altura del 8º piso casi se me sale el corazón por la boca (como bien apuntaron Gatos y Gatunos y Molli y Kimi ) así que salí corriendo en pijama para avisar a mi vecina y... sorpresa!! no había NADIE en su casa, lo que quiere decir que se fue y se dejó las ventanas abiertas... Al día siguiente, cuando me la encontré en el ascensor, después del cordial "ay, si tienes un gatito, qué bien" le comenté que sería conveniente cerrar un poco más las ventanas o poner unas redes... pero no parece que haya reaccionado porque el gatito naranja sigue asomándose. Y cada vez que lo hace me pongo de los nervios porque él también nos ve a nosotros y nos maúlla y... en fin, no quiero ni imaginarme lo que podría llegar a pasar...

Mil gracias a todos/as por vuestros comentarios, me hace taaaaaaaanta ilusión leer y releer cada uno de ellos!!!

Prueba de agudeza visual

A simple vista, esta foto es bastante sosa: una fachada tristona de un edificio de Madrid. Peeeeero, si se pone atención, es posible encontrar una nota de color. A ver quién es capaz de encontrar la solución!!!
Una pista: GATO (cómo no!!!)

Cotilla!!

Minerva es una cotilla. Como a todos los gatos, la curiosidad puede con ella y hace lo que sea por enterarse de lo que pasa. Este sábado, los vecinos estaban de fiesta en su terraza y ella, cómo no, tenía que estar allí la primera...

Atención a la cara de la vecina...

 Je, je, je....

La2

A Estrellita le encantan los reportajes de La2... y si son de felinos mejor que mejor!!

Rutina

Rutina: Costumbre inveterada, hábito adquirido de hacer las cosas por mera práctica y sin razonarlas.

Habitualmente utilizo esta palabra en sentido negativo:
- me levanto, desayuno y me visto, todos los días la misma rutina.
- ya no hacemos nada nuevo, nuestra vida se ha convertido en una rutina!!
- este trabajo es siempre igual, la rutina puede conmigo...

Pero hoy me he parado a pensar (sí, sí, a pensar!!) que hay rutinas que se repiten todos los días, comportamientos que se producen cada día a la misma hora de la misma manera... y que me hacen ser un poco más feliz:
- una media hora antes de levantarnos, Estrellita empieza a ronronear en estéreo y empujando con el hocico consigue colarse debajo del nórdico (sí, ya duermo con edredón, es que soy muy friolera) y se acurruca en un huequito muy pegada a mi cuerpo.
- en cuanto suena el despertador Apolo salta como un resorte y nos muerde los dedos de las manos para que nos levantemos. El bip bip es como una señal: bip bip = a morder!!
- después de desayunar, Minerva se sube a las alturas y Apolo se asoma a la ventana para ver a las palomas del edificio de enfrente.

Minerva observa desde lo alto por las mañanas. Solo por las mañanas, no la verás ahí arriba en ningún otro momento del día.

- cada vez que entro en la cocina Sirio se planta delante del cajón en el que guardamos el pienso y no se calla hasta que no le pongo su platito. (Sirio y Estrellita todavía comen pienso de pequeños, con lo que se tienen que conformar con el renal hasta que les abrimos la cocina) Acto seguido aparece Minerva, Sirio se asusta y la listilla de turno se zampa el pienso kitten...
- cuando entramos en casa Yunus hace la croqueta delante de la puerta para que lo arrastremos mientras abrimos. Estrellita también viene a recibirnos, se planta en la alfombra y ronronea.

- por las noches se cena latita a las 23:15. Yo creo que miran el reloj porque a las 23:14 ya me están mirando fijamente taladrándome el cerebro. Los pequeños cenan en la cocina, los mayores en el salón.

Estrellita, Sirio y Yunus cenan en la cocina.

Bendita rutina!!!

Trabajar para librar

Mi trabajo no termina de gustarme. He de confesar que no me hace del todo feliz, aunque como todo en esta vida, tiene su lado bueno y su lado malo...

Malo: me paso el día delante del ordenador, con los dolores de espalda, ojos y cabeza que eso implica.
Bueno: trabajo sentada, seguro que soy la envidia de muchos.

Como se puede apreciar en la foto, a veces veo blogs en el trabajo...

Bueno: estoy rodeada de buenos compañeros, somos muchos y hay buen ambiente, un factor casi casi tan importante como el sueldo. 
Malo: somos tantos en un espacio tan cerrado, que por las tardes hay un aroma humano que no hay quien respire.
Malo: me levanto todos los días a la misma hora para ir al mismo sitio a hacer lo mismo.
Bueno: cobro puntualmente a fin de mes una buena nómina (tocaré madera...).
Malo: a veces hago el turno de noche.
Bueno: esos días tengo la mañana para mí!!
Malo: en este trabajo no hay distinción entre días laborables y festivos. Aquí curramos los fines de semana y las fiestas de guardar.
Bueno: festivo currado = día libre y dinerito extra.

Precisamente son esos días libres los que más compensan el sufrimiento de tener que trabajar cuando el resto de la humanidad pasa el día con su familia, sus amigos o su sofá. Y son esos días libres los que he juntado esta semana y los que me permiten no volver a trabajar... hasta el lunes!!!

Mis planes son:

Dormir...

Ver la TV...

Leer...

Cocinar...

Ir de compras...

Y, por supuestísimo... LEER VUESTROS BLOGS!!!

Reto fotográfico

La semana pasada descubrí, un poco tarde, el interesantísimo reto que propuso la autora de in the Atia´s room a finales de agosto. Consistía en hacer 30 fotografías durante los 30 días de septiembre, siguiendo un listado de temas interpretables cada cual a su manera. Mi manera, cómo no, es la felina...

Y aunque llegué muy tarde (lo leí el 26 de septiembre) decidí coger la cámara "buena"...

... y dar rienda suelta a mi atrofiado lado creativo... El resultado no ha sido muy espectacular, no creo que vaya a ganar el Pulitzer con mis fotos mal enfocadas, pero he estado entretenida unos días!

DÍA 26: ALGO DE LEJOS

Sirio siempre está lejos, siempre distante, siempre alerta. (No se si puede apreciarse en la foto la ligera capa de pelo de gato que reposa sobre la alfombra)

DÍA 27: LIBROS

Libros de gatos, claro!

DÍA 28: EN MOVIMIENTO

Esta técnica tengo que practicarla más... no se si vale como foto "en movimiento" o sería más bien foto "movida"...

DÍA 29: EL CIELO

Este es el poco cielo que pueden ver mis gatitos a través de mosquiteras y redes. Algo es algo, no?