sábado, 25 de agosto de 2012

Carta al cielo

Querida Efigenia:

Tú ya sabes esto que te voy a contar, porque desde donde estás puedes ver todo lo que pasa, pero me hacía ilusión compartirlo con todos los que te leían.

Este verano he conocido a tu familia. A tu mamá, al Bene, a Carlitos... Y he de decirte que son un encanto (sí, todos son un encanto, Carlitos también...). Y que nos han tratado como sólo las personas con un corazón inmenso saben tratar a los demás.

Ir a tu casa, a tu jardín, sentarme en tu sillón... Me imagino que viajar a Nueva York y tener la sensación de conocer cada rincón, después de haberlo visto en tantas películas, debe ser una sensación parecida a la que yo he tenido. Yo ya conocía esa casa, yo ya había estado en ese jardín, yo ya había charlado con tu mamá... todo gracias a tu blog.

Y creo sinceramente que tú estabas allí, con nosotros. De hecho, al cerrar la puerta cuando nos íbamos no pude evitar decir en voz baja "adiós, Efi".

Carlitos nos observaba desde la distancia,
 no se terminaba de fiar de nosotros... 
¿se pensaría que lo iba a secuestrar?