lunes, 27 de junio de 2011

Hablando de gatos



A los que tenemos gatos nos encanta el tema de conversación felino. A mí, por lo menos, no se me acaba el rollo cuando los protagonistas son mis gatos. Ni ropa, ni películas, ni chicos ni el tiempo... mi tema favorito es 'Los Mininos'.

En el curro, por ejemplo, ya tengo localizados a dos compañeros que me siguen el hilo sin problemas. Por un lado está Rosa, que perdió hace muy poco a su querida Manolita después de 12 años juntas. Hasta hace un mes no podía ni nombrarle el tema porque se echaba a llorar, pero ahora, afortunadamente, ya es capaz de recordarla con una sonrisa, supongo que todo lo bueno que Manolita le dio hace que las pena no sea tanta.
Por otro lado está Jesús, que vivía tan feliz con su gato Alfi hasta que mi chico se encontró a Negra y él se la quedó.


Negra, la gata de mi compañero Jesús.


Los tres podríamos pasarnos la mitad de la jornada laboral comentando que si mi gato duerme conmigo, que si el mío me muerde los pies, que si al otro le encantan los yogures, que si cuando llego me recibe en la puerta...Cuando me he juntado con 'locos de los gatos' en un par de cursos que he hecho, la parte que más hemos disfrutado todos ha sido la de las aportaciones personales, cuando cada uno cuenta su experiencia con sus mininos. Somos como las madres pesadas que no hacen otra cosa más que hablar de sus hijos, de lo listos que son y de las gracias que hacen... No os pasa?

lunes, 20 de junio de 2011

Luz al final del túnel

Este fin de semana hemos tenido unas "jornadas de puertas abiertas". ¿Y esto que quiere decir? Pues no es que hayamos dejado la puerta de casa abierta para que entrase cualquiera que quisiera conocernos, sino que hemos podido dormir y vivir sin abrir y cerrar puertas para tener a los misinos separados. Hasta ahora cada vez que salíamos de casa o nos íbamos a dormir poníamos en práctica el método "tú a Boston y yo a California", de modo que acogidos y fijos sólo se veían en nuestra presencia y bajo nuestra vigilancia para evitar que llegase la sangre al río.



Apolo observa a Estrellita desde las alturas.


Pero este fin de semana, sorprendentemente, los bufidos y gruñidos se han reducido en un 50% por lo menos!!


Misifú desafía a Minerva y se atreve a tumbarse en su lado de la cama.

Misifú, que ya se siente más seguro, se pasea por la casa como si llevase con nosotros toda la vida, e incluso usa los areneros de sus hermanos, no se si como una señal de desafío o si como una necesidad imperiosa fruto de la tensión que vive el pobre cada vez que pasa por delante de Minerva o Yunus.




Yunus se acerca a Misifú, siempre por la espalda!

Por otro lado, Estrellita ya come latita voluntariamente y no tenemos que obligarla metiéndole un trozo cada vez que dice miau.




Yunus y Estrellita comparten confidencias durante la cena.


Y la mejor de todas las noticias: Estrellita y Misifú ya tienen casa... LA MISMA CASA!!! SE VAN JUNTOS!!! BIENNN!! Aunque es una alegría agridulce, con ellos se va una parte de mi corazoncito... Pero todavía falta mucho, hasta septiembre no se irán porque su mamá tiene que mudarse y quiere ahorrarles el mal trago de dos cambios de casa en un verano.

En fin, como diría Julio Iglesias:
"Al final las obras quedan, las gentes se van. Otros que vienen las continuarán. La vida sigue igual"

martes, 14 de junio de 2011

Organización

El Comité Organizador de Casas con Exceso de Gatos (COCEG) establece una norma básica a la hora de descansar para garantizar el buen rollo y minimizar el riesgo de bufidos. Los gatos y humanos que residan bajo el mismo techo se dividirán en dos grupos con el objetivo de mantener la armonía:



- Grupo A: Los gatos con contrato fijo en la vivienda (Apolo, Minerva y Yunus) y uno de los humanos ocuparán el salón y el dormitorio principal.



-Grupo B: Los gatos temporales (Misifú y Estrellita) y el otro humano permanecerán en el area que comprende la habitación de invitados, el cuarto del ordenador y el pasillo.






Los miembros del Grupo B: Misifú y Estrellita.



Los humanos se comprometen a respetar el turno de una noche en una cama y una noche en la otra, de modo que ninguno de los dos se sienta rechazado por tener que salir de la habitación conyugal.




Los mininos, por su parte, respetarán, en la medida de lo posible, los escasos momentos íntimos de la pareja, ya que si estos momentos dejaran de existir, la convivencia se haría imposible y el reparto de gatos en casas diferentes sería inevitable e inminente.



La norma anterior, en la práctica, se traduce en lo siguiente:



- La noche que te toca dormir con el Grupo A (los fijos), te acuestas, apagas la luz, coges el sueño y a eso de las 7:30 o 7:45 te levantas porque Apolo te está mordiendo los dedos de las manos, Yunus los de los pies y Minerva se está paseando por debajo de la cama con las patas en el somier y el lomo en el suelo (cual niña del exorcista, pero en gato)





El Grupo A durmiendo como benditos.




- La noche que te toca el Grupo B (temporales) las cosas son bien distintas. Te acuestas, apagas la luz, coges el sueño (hasta aquí todo igual) y empiezas a escuchar: "scracht, scracht, scracht... plof, plof... scracht, scracht, scracht, scracht (3 minutos así), scracht..." y acto seguido te llega a la nariz un pestuzo que te despierta del sueño más profundo. Es Misifú, que está en su hora "All Bran". Enciendes la luz, recoges la caca, te vuelves a acostar, apagas. Cuando estás en mitad de tu mejor sueño, escuchas: "mi, mi, mi, miiiiiii....". Es Misifú, que con su peculiar maullido te está diciendo "me aburro, me aburro!!" así que enciendes la luz, miras la hora (2 AM), le acaricias el lomo y apagas. A los 30 segundos, Estrellita se despierta y tiene hambre (algo así como "MIAUU, MIAUUU, MIAUUUUUU"). Enciendes, vas a la cocina como puedes, calientas el biberón, le das de comer, la llevas a la habitación y te metes en la cama al borde de las lágrimas. A eso de las 5 AM repites la operación biberón. Y a las 8, cuando suena el despertador, te quieres morir.

Anoche me tocó Grupo B.

lunes, 13 de junio de 2011

Terapia Felina

El sábado, para no variar, estuve en un ambiente muy felino. Y no porque pasara el día con los 5 mininos que tengo en casa, sino porque asistí a un curso sobre gatos. Desde su lenguaje corporal y sus costumbres, pasando por las enfermedades y las esterilizaciones, hasta las acogidas y abandonos, fue un recorrido la mar de completito por el mundo del gato.




En resumen: gatos, gatos y más gatos, salí de allí maullando!!!

Además de todo lo que aprendí, fue muy interesante coincidir con gente que trabaja en protectoras y asociaciones, es realmente admirable su labor, lo que son capaces de hacer a cambio de un ronroneo o un lametón.

El curso se impartió en un centro de acogida de animales recién inaugurado en el que solo había 4 perros, unos privilegiados teniendo en cuenta la cantidad de bichos que suele haber en estos sitios. Incluso uno de ellos fue adoptado estando nosotros allí, aplaudimos y todo de lo emocionante que fue!!

Ahora puedo entender un poco mejor a mis gatos y al menos me consuela saber que estoy haciéndolo bien en lo que a la integración de Misifú se refiere. Ya se que cuando el macarra de Yunus bufa y gruñe a Misifú tengo que dejarlos expresarse siempre y cuando no se lie parda. Y que cuando Minerva se infle como un plumero al ver al acogido es mejor que cierre la puerta y que nos quedemos los dos dentro, no vaya a sacar a la fiera que lleva dentro. Menos mal que me queda el trocito de pan de Apolo, que más que un gato es un angelito caído del cielo. Por su parte, Estrellita, ya apunta maneras y bufa cuando se asusta, aunque más que espantar al enemigo sólo consigue provocar risa...

Misifú, en su línea, sigue debajo de los cojines.





miércoles, 8 de junio de 2011

Crisis

Hoy ha tocado visita multitudinaria al veterinario. Menos mal que somos dos, porque yo sola habría tenido que hacer dos viajes...

Hemos llevado a Estrellita, que ayer tuvo fiebre, al parecer por el cambio de dieta (está empezando a jugar con el pienso aunque sigue tomando biberón). Cuando llegué de trabajar, a eso de las 9 de la noche, muerta de hambre y deseando tumbarme a no hacer nada delante de la tele, empecé a escuchar un miau lastimero: era mi pequeña, que no quería comer, no quería arenero, no quería jugar... solo se calmaba en mis brazos, así que tuve que hacer un apaño para poder 'seguir con mi vida'. Me até a Estrellita con un pañuelo, como las madres negras, para que ella siguiera sintiendo el calor de mi cuerpo y yo pudiera seguir usando mis manos.






Foto con glamour, con el WC al fondo y el pijama 'arremangao'...



También ha venido al veterinario Misifú, al que culpábamos de los males de los demás, pensando en que les hubiera podido pegar algún parásito. No tenía nada, pero se ha llevado la peor parte: vacunas y desparasitación...




La cara de Misifú cuando le dijimos que tocaba vacunarse... todo un poema...

Y para colmo, Apolo maulla ronco!!! Nunca me lo hubiera imaginado, que un gato se pudiera quedar ronco... Tampoco es nada grave, tiene la garganta inflamada (???)
Todo ha quedado en un susto, en unos eurillos (a la veterinaria se le ponen los ojos con el símbolo del dólar cada vez que me ve) y en un numerito para meter a los gatos en los transportines y llevarlos hasta la consulta maullando como posesos (y Apolo ronco, como si fuera un gato macarrilla)
Superada la crisis, toca seguir con el proceso de adaptación de Misifú, con el cambio de dieta de Estrellita, con el 'cierra la puerta que se escapa el gato', con el 'qué peste, quién ha sido?'....... La vida sigue, afortunadamente, igual.

jueves, 2 de junio de 2011

Buenas noticias



Tenía un susto en el cuerpo que no me tenía.

Ayer llevé a mis dos acogidos al veterinario para que les hicieran el temido análisis de sangre que descartase la leucemia y la inmuno. A Estrellita no la había podido llevar antes porque es tan pequeña que no tenía ni vena para pinchar!! De hecho, hubo que buscar en las dos patitas hasta conseguir 3 gotas de sangre, tres gotas!!!

Con Misifú no hubo problema, como el pobre está tan asustado es que ni se movió cuando lo pincharon. Lo que me quitaba el sueño es que tiene los pelos del cuello rapados y me explicó la veterinaria que eso puede ser porque en algunas clínicas les sacan la sangre de la yugular (argh!!) con lo que yo empecé a atar cabos: seguro que tiene alguna enfermedad y por eso lo han abandonado...
Pero... ESTÁN SANOS!!! Hoy me han llamado para darme la feliz noticia, así que estoy muy muy contenta!! Por fin vamos a poder hacer las presentaciones 'oficiales' en casa, a ver qué tal sale la cosa.

Hasta ahora, parecíamos de la película "Los Otros", no podíamos abrir una puerta sin cerrar otra primero, ya no por evitar peleas, sino por los contagios, que me dan más miedo. Como Yunus es un escapista, me temía que en una de estas se presentase por sorpresa en la habitación de Misifú y se liase parda...


Apolo, Minerva y Yunus esperan pacientemente a que se abra la puerta tras la que se esconde el gran misterio del gatito intruso.



No se qué es lo que habrá vivido Misifú hasta ahora. Afortunadamente no me lo puede contar, debe de ser una experiencia horrible porque tiene mucho miedo. Hemos avanzado muchísimo, es más cariñoso que mis tres gatos juntos, se deja coger, abrazar, peinar... mientras ronronea cual tricotosa. Incluso ya ha empezado a jugar con las pelotas que le han prestado sus hermanos provisionales. Nos queda mucho trabajo por delante, aunque Misifú ya sabe que lo peor ha pasado.