sábado, 24 de agosto de 2013

Gatos en la maleta

Desde que vivo con mis gatos, viajar ya no es lo mismo. Por supuesto que me gusta y que, una vez en el destino, disfruto y aprendo de lo que veo, que es de lo que se trata. Pero sólo de pensar en que voy a dejar de verlos durante 10 días se me ponen los pelos de punta...

Hace años que planear un viaje no es sólo comprar unos billetes, organizar un recorrido o hacer una maleta. Desde que llegaron a mi vida, viajar supone pensar cómo apañármelas para que ellos se queden lo mejor atendidos posible.

Mirar un plano y acordarte de tus gatos. Desayunar en un hotel y acordarte de tus gatos. Facturar la maleta y acordarte de tus gatos. Bañarte en una poza y acordarte de tus gatos. Alquilar un coche y acordarte de tus gatos. ¿¿¿No os pasa???

Durante estos 10 días, el "padre" de las criaturas vendrá a darles de comer, cambiarles el agua y limpiar los areneros, además de a darles unos cariños y un cepilladito. Peeeeero... ¿a quién despertarán a las 6:30 de la mañana? ¿quién les va a tirar la pelota por el pasillo? ¿a quién pedirán comida cada 3 minutos? Y, sobre todo: ¿cómo voy a estar 10 días sin tocar una cabeza peluda? ¿a quién achucharé? ¿cómo voy a dormir en una cama sin pelos? ¿¿¿CÓMO VOY A VIVIR SIN GATOS???

Si pudiera, los metía en la maleta :(

Apolo: "no te preocupes, que yo te actualizo el blog"

viernes, 9 de agosto de 2013

Del campo a casa

Todos sabemos las limitaciones que tiene la vida en un piso si, como es mi caso, te gustan los animales. Aunque todos sabemos también que a mí esas limitaciones me la refanfinflan: ¿querías gato? Pues toma cinco, hermosa.

Y todos conocemos las limitaciones que tiene un piso si, como es mi caso también, te gusta el campo y el verde. En mi caso, de momento, no he metido ninguna palmera en casa (aunque tiempo al tiempo) pero sí que tengo bastantes plantas para vivir en un piso pequeño, especialmente en mi "tendedero chill-out".

Me gusta ocuparme de mis plantas todos los días: regarlas, abonarlas, quitar las hojas feas, inspeccionarlas en busca de bichos malos... Incluso fabrico remedios caseros, tipo infusiones de ajo, para ahuyentar plagas indeseadas (y a los vampiros también... jeje...)

Y tanto trabajo y tanto amor terminan dando sus frutos...


Decidme, ¿cómo creéis que debería matarlo? ¿Despacito o rápido?...