jueves, 26 de enero de 2012

Las comparaciones son odiosas

No soy una persona cariñosa. Me cuesta dar besos y abrazos, lo del contacto físico no lo llevo especialmente bien. Sin embargo, a mis gatos los tengo fritos con tanto achuchón, beso, restregón y caricia.

Soy muy especialita para los olores. La gente que no se ducha me da mucho asco, a los que les canta el aliento ni me acerco, a mi pareja le hago lavarse los pies nada más llegar a casa, compro una arena carísima para evitar el tufo a caca felina... Desde que Apolo tuvo una obstrucción en sus sacos anales aprovecho cualquier momento para acercarme a una distancia prudencial y aspirar el aroma que emana de su culete, cual perrillo en celo, ya que a la mínima que aprecie un poco de olor a rancio tengo que llevarlo a la veterinaria.

A mi novio lo tengo frito con la raya imaginaria que divide la cama en dos. Soy capaz de despertarlo a las 4 de la madrugada para que quite su rodilla de mi lado con un amable "tira pa tu lao!!". A mis gatos les dejo no solo que duerman sobre la raya imaginaria, sino que duerman sobre mí.

Como los vecinos hagan cualquier ruido a partir de las 23 horas empiezo a pegar paraguazos en el techo o en el suelo, según corresponda, hasta que se imponga el más absoluto silencio. Cuando Estrellita nos trae una pelota en mitad de la noche o encuentra un ratoncito con cascabel en plena madrugada... sonrío porque me parece encantadora...

Mi sofá es mío. Yo me tumbo en mi sofá y mi novio en el suyo. Y que ni se atreva a proponerme eso de tumbarnos juntos. Tumbarnos juntos?? Estamos tontos o qué? Que no cabemos!! Me tumbo, me tapo con la manta y a los 15 segundos aproximadamente aparece Apolo y se coloca sobre mí. Los demás se van turnando, pero generalmente no tengo menos de dos gatos encima compartiendo sofá.

No me gusta trasnochar ni acostarme tarde, a las 12 en la cama como Cenicienta. Si no duermo mis 8 horas al día siguiente soy un ogro. Cuando Estrellita llegó a casa era tan pequeña que nos turnábamos para levantarnos por las noches a darle el biberón. Algunos días, llegué a poner el despertador a las 2 y a las 5 de la madrugada. Pero era tan chiquitina y tan dependiente, que al día siguiente llegaba al trabajo con sonrisa de boba. Dormida, pero sonriente. (Ay, que me emociono...)

Estrellita cibernética.

lunes, 23 de enero de 2012

Tele nueva... mismo gato

Ya conté que necesitábamos "urgentemente" una tele nueva porque desde que se nos estropeó la heredada de mis padres teníamos una pequeñaja de 19 pulgadas en la que era imposible ver los subtítulos sin entrecerrar los ojos. Y no es solo que se me estuviesen acentuando las incipientes patas de gallo, sino que al ser tan pequeña en cuanto los gatos se ponían delante nos tapaban toda la pantalla.

Así que me lié la manta a la cabeza y me fui a comprar una tele nueva: 32 pulgadas, pantalla plana... (y no se cuántas cosas más que no se para lo que sirven...) El único problemilla es que, aunque he cambiado de tele, mis gatos siguen siendo los mismos y conservan las malas costumbres:

En realidad Sirio lo hace por nuestro bien, no quiere que leamos los subtítulos para que forcemos el oído y aprendamos más inglés.

Total, que me tendré que dedicar a leer hasta que se les pase esta manía...

Agh!! No me siento las piernas!! (De izq. a dcha. yo, Yunus, Apolo y Estrellita)

miércoles, 18 de enero de 2012

Trapitos

Si trabajase con uniforme las mañanas serían más fáciles. Vamos a ver qué me pongo hoy...

Empecemos por la ropa interior: braguitas y calcetines de gatos.


Lo de la camiseta no lo tengo tan claro, estoy entre estas dos...


Tampoco es fácil elegir un broche para el abrigo. 

 
Bueno, pues ya casi estoy! Que no se me olvide llevarme un libro para leer en el metro.


Jijiji...

sábado, 14 de enero de 2012

Foto de familia

Tenemos caricatura familiar!!! Gracias a Mai y a su original iniciativa: a cambio de una donación simbólica ha metido a toda mi familia en un A4 y este es el resultado...


GENIAL!!

jueves, 12 de enero de 2012

Evolución

Ayer leía en Mi familia y otros animales que Darwin ha cambiado mucho (para bien, claro!) desde que llegó a su hogar. Pues bien, si hay un gato en el mundo que ha mejorado tanto que parece otro es Sirio (vale, habrá más gatos que hayan cambiado, pero como yo no los he visto...)


Ya conoceis su historia, me lo encontré en la calle y me lo traje (a la fuerza, he de admitir) a casa hace casi un año. El primer día no salió de debajo de la mesa, pero al día siguiente me lié la manta a la cabeza y le dije: "ya estás saliendo de ahí!". Entonces me dedicó su primer ronroneo, creo que no olvidaré ese rato en la vida...


Se pasó las primeras 2 o 3 semanas en nuestra habitación de invitados, separado de los que más tarde se convertirían en sus hermanos, en un proceso de socialización que casi acaba con mi salud ("abre esta puerta pero cierra antes la otra", "que no se cuele Apolo", "trata de dormirte y evadirte de los maullidos", "qué vamos a hacer con tanto gato en esta casa"...)

Cuando por fin las peleas entre los veteranos y el recién llegado se calmaron un poco dejamos la puerta de la habitación abierta. Pero él apenas salía, se pasaba las horas metido entre los cojines de su trinchera. De pronto, un día llegué a casa y estaba en el pasillo. Al día siguiente visitó nuestra habitación. A las dos semanas ya se paseaba por el salón y la terraza... Pasito a pasito se fue familiarizando con la casa y fue subiendo de nivel: se subió a la mesa de un salto!! Lo que sería normal en cualquier otro gato, para él era todo un mundo.

Apolo y Minerva (sobretodo Minerva) lo perseguían hasta arrinconarlo debajo de nuestra cama y el pobre se quedaba allí tumbadito, esperando a que pasara la tormenta. A veces aparecía con arañazos en la nariz, a pesar de que procuro mantenerles las uñas recortadas a todos. Hace mucho que no veo una persecución de estas, Sirio ha aprendido a escabullirse de los zarpazos de la chunga de la Miner.

Hace un par de días estaba yo en el baño lavandome los dientes y de pronto entra como si tal cosa. Y pensareis: "menuda sandez, el mío me espera en la taza del WC mientras me ducho". Sí, lo se, mis otros cuatro gatos lo hacen, pero él NUNCA había entrado. Pero no quedó ahí la cosa... se metió en el bidé y en la bañera!!!


Y ayer, estaba preparando la latita de la noche y... el tío caradura se subió a la encimera!!! No es que esté cogiendo confianza, es que se me está subiendo a la chepa!!!

Estoy MUY feliz de haberme quedado con él, creo que si hubiese ido a otra casa todo este proceso se habría ralentizado. Y creo que Sirio me ha dado tanta satisfacción que repetiría la experiencia muchas veces más. Ahora es un gato casi casi tan sociable como los demás, que duerme con nosotros en la cama e incluso sale a cotillear a las visitas, aunque sea de lejos, para enterarse de quién es el que se atreve a entrar en sus dominios. Además, maulla como el que más y colabora activamente con sus hermanos para despertarnos por la mañana y exigir su pienso.

Me encantan sus saludos.

sábado, 7 de enero de 2012

Daños menores

Después de casi 5 días fuera de casa me temía lo peor, no tenía muy claro si me iba a encontrar a los 5 gatos sanos y salvos o si por el contrario se habrían comido los unos a los otros... afortunadamente los daños solo han sido materiales y facilmente reparables:
- un par de marcos de fotos caídos
- los cojines de las camas y sillones revueltos
- las sábanas de la cama nido quitadas y tiradas por el suelo (???)
- los armarios abiertos y la ropa llena de pelos

Lo que más me ha dolido es que el rey mago negro de mi belén gatuno sufrió un ataque de ira por parte de alguna de las fieras (todavía no he conseguido que confiesen cuál de todos es el culpable, pero estoy segura de que con jamón de york alguno terminará delatando a su hermano/a). Se ha roto un poco, pero no se ve si lo escondo detrás de San José gatuno...

Y en cuanto a Roma creo que no descubro nada nuevo si digo que he visitado iglesias, ruinas, que si el Vaticano, que si el Moisés... Tan solo quiero destacar dos cosas:

1. La Plaza de Minerva: como no podía ser de otra forma, mi gata Minerva tiene una plaza en Roma, de hecho ella es la "mamma" de mi colonia!!






2. El santuario de gatos de Torre Argentina, una colonia controlada en pleno centro de la ciudad que descubrí gracias a La Gatera de Rumbo. Menos mal que encontré a estos gatines callejeros y pude saciar un poco mi "mono" de caricias de gato, cuatro días sin tocar a mis fieras son muchos días...



Me lo he pasado bien y he desconectado... peeeeero he de confesar que no he podido disfrutar del todo. Por qué? Pues porque no he podido dejar de pensar en mis pequeños, en cómo estarían, en si pasarían frio, en si tendrían agua y comida...  A pesar de que dejé a varias personas encargadas de cuidarlos, mi fantástico plan no terminó de funcionar (un día vinieron 2 personas, otro día no vino ninguna... no lo entiendo, no era tan dificil, coñe!!)

La próxima vez, si no tengo dinero suficiente, no me voy, pero mis gatos no se quedan solitos en casa, los llevo a Gatosphera...