martes, 26 de febrero de 2013

Tras las cortinas

Me gusta asomarme a las ventanas de mi casa, a pesar de que no tengo delante un paisaje demasiado alentador. Pisos y más ventanas es lo que veo desde la mía. Aun así, me gusta asomarme y observar, al igual que hacen mis gatos. A veces me parapeto tras el ficus o tras el visillo y observo las ventanas de los demás, me imagino quién vivirá en cada casa, qué estarán haciendo, por qué tienen la luz encendida... Y si por casualidad soy descubierta, vuelvo a la privacidad de mis paredes con un rápido movimiento lateral...

Hay quien diría que eso se debe a que soy observadora. Yo matizaría y más bien me referiría a mí misma como cotilla o fisgona. Pero a mi favor he de decir que, si no hubiera sido por esta afición mía, no habría descubierto la existencia de Clari/Naranjito. Es más, si Clari/Naranjito no hubiese sido un gran cotilla, su hermanita Pitu no habría seguido sus pasos...


¿La veis? Te hemos pillado... ¡¡cotilla!!

Y de mi observación también deduzco que yo no soy la única cotilla, porque... ¿quién no se ha colocado alguna vez detrás de una cortina intentando no ser descubierto? Yunus, te veo...


La siguiente conclusión a la que he llegado es que el afán de fisgar no lo comparten sólo gatos y humanos. Los perros, esos que presumen de ser los mejores amigos del hombre son unos... ¡¡cotillas!! Y a las pruebas me remito:


Mirad al disimulado éste... ¿se pensaba que no lo iba a descubrir? ¡Ja! Pues menuda cotilla soy yo... A pesar de esa pose de estatua lo he pillado...

Aunque para poco discreto éste otro perro tamaño caballo, sobre el que yo podría galopar sin problemas dado su gigantismo...




Conclusión final: todos llevamos un cotilla dentro y el fisgoneo no entiende de especies.

martes, 19 de febrero de 2013

Calladita estás más guapa

Cuando tomas una decisión importante en tu vida todo el mundo opina. Tu madre, tu padre, tus hermanos, tus amigos... menos mal que los gatos no hablan, porque seguro que también aportarían algo. Y todos lo hacen con cariño, lo sé, de hecho hay comentarios, consejos o emails que me llegan al alma y que me reconfortan.

Sin embargo, un día llega una de "tus amigas del alma de toda la vida del cole" y te suelta una frase como ésta:
"Si quieres conseguir otro novio tendrás que deshacerte de algún gato"

.......... (pausa para que la volváis a leer)

A ver, por partes:
1. Los novios no se "consiguen". A veces encuentras una persona con la que te apetece compartir tu vida, pero no "consigues novio"...
2. No quiero ni puedo pensar en la remota posibilidad de "conseguir otro novio". No quiero "otro" novio, como si se me hubiese roto el frigorífico y lo reemplazase.
3. No me nombres a los gatos. Ni los menciones. ¡¡¡Ni los mires ni los toques ni los huelas ni los roces ni te acerques a ellooooooos!!!!

Apolo ya se encarga de deshacerse de Estrellita con su "llave anula-gatos"

¿¿Deshacerme de algún gato?? ¿¿Perdona?? ¿¿Deshacerme?? Es que no lo entiendo... ¿A qué se refiere con deshacerme? ¿A que los eche al contenedor del reciclaje? Mira, guapa, yo te quiero mucho porque nos conocemos desde hace muchos años. Somos muy distintas y estoy segura de que si nos hubiésemos conocido ya adultas no nos habríamos hecho amigas. Pero lo somos, porque la vida nos cruzó en algún momento y porque nos queremos mogollón. Peeeeeero..... calladita estás más guapa......

(Me aterra la forma en la que se expresan las personas que no saben apreciar lo muchísimo que aportan los animales)

martes, 12 de febrero de 2013

Medicina felina

No me gustan los cambios. Prefiero que las cosas se queden como estaban, como las había planeado. Me habría gustado continuar con la vida que llevaba, pero no ha podido ser, y me he visto obligada a plantearme una nueva situación que no me esperaba. A partir de ahora, mi pequeña colonia felino-humana la formamos mis gatos y yo. Y ya.

Y una de las peores partes de todo este embrollo ha sido tener que contarlo y dar explicaciones a todo el mundo... puffff.... Pero a vosotros, como no os veo la cara, os lo digo así de fresca ;)

Por todo lo anterior, estos últimos días (meses...) he dedicado mi tiempo a pensar mucho, a recordar, a reflexionar, a replantearme...

Minerva, al igual que yo, reflexiona frente a la ventana: "algún día caeréis, palomitas..."

Y he llegado a la conclusión de que todo sucede por algo, y de que todo ésto será para bien. Para nuestro bien.

Pero tranquilos, porque ya estoy mejor. A partir de ahora se acabaron las entradas tristes y deprimentes: tengo nuevos objetivos, nuevos horizontes...

Minerva también tiene nuevos objetivos. Entre ellos, las lentejas...

¿Y sabéis por qué empiezo a ver las cosas de forma positiva? Pues en gran parte porque ellos han estado conmigo, día y noche: me han dado cabezazos, ronroneos y maullidos. Mi madre, que ahora me llama toooooooooodos los días, no para de preguntarme: "pero hija, ¿no te da pena vivir ahí solita?", a lo que yo siempre le contesto: "no, mamá, no estoy sola. En casa somos seis."

lunes, 4 de febrero de 2013

La cuesta de febrero. Y de marzo. Y ...

Ya hemos subido la cuesta de enero. Nos parecía imposible, ¿eh? Tanto que decían que iba a ser horrible, que 2013 sería peor... ¡¡pues ya está!! ¡¡enero completado!! La única pega que le veo yo a ésto es que ahora nos queda la de febrero. Y la de marzo y abril y mayo. Y junio y julio y... Bueno, pero ahora va a empezar a hacer mejor tiempo y las cosas se ven de otro color... ¿o no?...

Sirio empieza a ver la luz al final del túnel, aunque no lo aparente... 

Y para colmo las cosas en casa no nos han ido muy bien: reestructuración familiar, bache laboral... Grandes cambios que no nos han sentado muy bien, pero seguro que salimos de este agujerillo en el que estamos metidos. Ya veréis, todo irá bien ;)

Ya os iré contando....