martes, 24 de mayo de 2011

Latitas en el bolso

Desde que tengo gatos no puedo evitar que se me caiga el alma a los pies cada vez que veo un gatito callejero. Pienso en que podía ser uno de los míos y se me parte el corazón.


Ayer, en el descanso de mediodía, salí a darme una vuelta. Iba andando por la calle y de pronto escuché 'miau, miauuuuu' y pensé 'me estoy volviendo loca, tanto gato en casa me está trastornando'... Pero no, no era una alucinación: detrás de una verja maullaba un gatito gris que no tendría ni seis meses, así que me subí corriendo a la oficina, pillé algo de comida y volví para dejárselo, pero un angel de la guarda ya le había puesto un plato con pienso y agua (qué pena no habérmelo encontrado infraganti, le habría plantado un beso en la frente)


Volví a trabajar y cuando ya creía que estaba un poco más tranquila... me puse a llorar como una magdalena por la impotencia que sentí al no poder cogerlo (como me dijo una compañera, todo esto es porque me va a venir la regla...). Lo intenté, pero se asustó, me bufó y se escondió entre los setos, así que me fui para que comiera tranquilo.


Hoy he vuelto a pasar y seguía allí asomado y maullando. De nuevo, con un nudo en la garganta, me he ido a un supermercado y he comprado unas latitas para gatos pequeños. Le he puesto una y se la ha comido que daba gusto verlo. Y ya. Me he vuelto a trabajar.


¿Qué puedo hacer? ¿Lo dejo allí? No soy capaz de cogerlo y aunque lo consiguiera, ¿qué hago con un gato salvaje en casa + 3 gatos caseros + 1 proyecto de gato que toma biberones cada 4 horas?


A partir de hoy, llevaré, además del libro, las gafas, la cartera y la comida, una latita para gatos en el bolso.








5 comentarios:

  1. Esa angustia de ver un perro o un gato abandonado y no poder hacer nada la he tenido desde pequeña. Me los hubiera llevado todos a casa y me daba una ansiedad terrible imaginarme todas las desgracias que le iban a pasar al pobre mientras yo no hacía nada para ayudarle.

    Luego te haces mayor y descubres la maravillosa sensación de encontrarte un gatito en la calle, cogerlo en los brazos y llevártelo a casa sin tener que pedir permiso a nadie. Pero la verdad es que ni siquiera ahora que somos mayores podemos hacer todo lo que queremos y salvar a todos los gatitos callejeros. Es lo que hay...

    Hay mucha más gente que quiere a los animales que gente que les hace daño, lo que significa que no estamos solas en la tarea de salvarlos a todos :-) espero que pensar eso te dé un poco de ánimo.

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  2. Tienes toda la razón... supongo que también es ley de vida, "selección natural". Sólo espero que el segurata del edificio no se cabree cuando vea los restos de comida esparcidos al lado de su verja. Como hoy trabajo de noche, me acercaré cuando salga a ver si está (el gato, no el segurata...) y recogeré un poco la basura antes de que fermente. Desgraciadamente, creo que eso es todo lo que puedo hacer.

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  3. Si la verdad es que se le abolla el alma a uno,sin embargo es todavia mas frustante que alguien maltrate por puro gusto a un animal,no entiendo que puede pasar por la cabeza de un ser humano asi.Lo extraño donde vivo que casi no se ven gatos callejeros.

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  4. La verdad es que si no fuera por la gente, no me parece un mal sitio para un gato. Pero me da miedo que alguien lo quiera echar, lo asuste y se lance a la calle, con la de coches que pasan por ahí... ay!!
    He bajado hace un rato y le he llevado otra latita. Ha aparecido en cuanto lo he llamado.

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  5. Si hay mucho trafico de coches,mal asunto,habria que ver si algun alma cariñosa se hace cargo.Suerte

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