¿Qué tendrán los maleteros que tanto les atraen? Pues la verdad es que no lo sé, pero no descarto subirme cualquier día para averiguar qué se esconde allá arriba.
La secuencia suele ser la siguiente:
- Me subo en una silla y abro el maletero para coger/dejar cualquier cosa.
- Aparecen todos, menos Sirio (que ya sabéis que odia las alturas), y maúllan lastimosamente para que los suba (ellos no llegan solos, están muy altos)
- Los voy subiendo de uno en uno: coge al gato, sube a la silla, súbelo al maletero, baja de la silla, coge al otro gato, sube a la silla... y así hasta completar el proceso.
- Trastean un rato y tras unos diez minutillos los bajo: sube a la silla, coge al gato, baja de la silla, deja al gato en el suelo, vuelve a subir a la silla, coge al otro gato....
Minerva se asoma a ver si hay humanos en la costa.
¡¡Me bajáis o me tiro!!
El "padre" de las criaturas, en pleno proceso de bajar gatos.
¿Cómo pueden ser tan caprichosos? Vale, lo admito: caprichosos pero adorables...
Desde luego eso se repetirá siempre que trastees en el maletero por mucho que lo conozcan y desde luego eso es típico cien por cien comportamiento gatuno.Cariños a los exploradores
ResponderEliminarEso es verdad, mucho me temo que cada vez que tenga que coger algo tendré que subirlos... ¡¡me van a crecer los biceps!!
Eliminarjajajaja...Caprichosos e insistentes, porque mira que consiguen lo que quieren!
ResponderEliminarBesos y ronroneossssssssssssssss!!!
Charo
Sobretodo insistentes, consiguen todo a base de miaus que taladran el cerebro...
EliminarSí, son adorables, es verdad. La verdad es que les encantan los maleteros, armarios etc, a Luna y Zeus también, de hecho tienen parte de un armario dedicado a ellos. ¡El hotel se llama! Sí es que lo que no consigan estos mininos...
ResponderEliminarBesos
¡¡Jajaja!! ¿El hotel? Me parto... Y me encanta que hayas tenido que dedicarles una parte de un armario, ¡eso demuestra que hacen con nosotros lo que quieren!
EliminarUno de los míos también me pide ayuda cuando quiere subirse a un sitio alto. Lo malo es que después para bajarlo no se fía mucho de mí y tengo que convencerlo de que no lo voy a dejar caer.
ResponderEliminarLo malo es que les entre el miedo e intenten agarrarse al brazo con sus uñitas... ¡¡cuántos arañazos nos habremos llevado!! ¿A que sí?
Eliminarjajaja, yo a esa parte del armario la llamo altillo, de primeras no sabía a qué te referías...
ResponderEliminarYo creo que es el fanatismo por la altura y lo escondido. (A parte del amor a lo "prohibido".
Al Umpa le gusta el sitio más alto del rascador y el que está cerrado. Los demás... son simples escalones. A Galia, de su rascador le gusta la parte de arriba. Aunque abajo hay un chisme mucho más cómodo.
La Malaúva la pobre tiene tantos kilos encima que se conforma con cualquier cosa... jejeje
A propósito de lo que cuentas, los felinos simplones de unos tíos míos (2), accedían a través del altillo del armario a un falso techo de la casa... y podían recorrer la casa (o parte de ella) por el falso techo... jajaja Decían que la primera vez que lo hicieron se llevaron el susto de su vida al escuchar ruidos "paranormales" por la casa.
Sí, altillo, jeje, yo también usaba esa palabra, pero ya me he "madrileñizado"...
EliminarPues a los míos no les gusta nada la parte cerrada del rascador, nunca entran, suelen hacer como Galia y quedarse arriba (menos Sirio, que no pasa del penúltimo escalón)
Si mis gatos escuchasen lo del falso techo se pondrían a rascar como locos... ¡¡no les demos ideas!!
Lo que ocurre es que los tenemos muy consentidos y lo saben de sobra.
ResponderEliminarBruno, no sé por qué, no se atreve a bajar del alféizar de la ventana, y tampoco está tan alto. Sus hermanos, a su edad, bajaban solos. Él se pasa el día subiendo para que su padre o yo lo bajemos.
Y me apuesto lo que sea a que hasta echáis una carrerita para bajarlo cada vez que os llama...
EliminarY yo que pensaba que era la única "loca" que cedía a los miaus para meter al gato en los altillos de los armarios... me habéis quitado un peso de encima! jajajaja
ResponderEliminarAsí que tú también, ¿eh?... jeje... Pues que se te quite el peso de encima ya, porque yo no meto a uno... ¡¡meto a cuatro!!
EliminarCuanto más alto e inaccesible más les gusta y si encima nosotras les damos vidilla subiéndolos y bajándolos, pues mejor que mejor para ellos !! Los felinos,son terriblemente caprichosos y como cedas a todo acaban por apoderarse de la casa al 100% que es lo que nos pasa a nosotros. Yo siempre digo que los amos de la casa son ellos y nosotros los invitados :))
ResponderEliminarLa casa es suya, eso está claro!! La única zona que todavía no han conquistado es la encimera de la cocina, pero tiempo al tiempo...
EliminarJajajajaja!!!!
ResponderEliminarLa verdad si que son todos los gatos unos caprichosos, pero ¿quién se puede resistir a complacerles?.
Nosotros no tenemos armarios con maletero, y lo que voy a contar no tiene nada que ver con maletas , ni armarios ni nada que se le parezca, pero cuando en mi casa entra una polilla nocturna de esas grandes, el gato está todo el rato persiguiéndola con la mirada y maullando pues me ves a mi cogiendo sus hermosos casi 7 kilos en brazos, subiéndome a una silla y levantándolo al aire para que pueda acercarse lo mas posible al bicho en cuestión, y allí donde vaya la polilla vamos nosotros, qué trajín!!
Jajajajajaja!!! ¿¿De verdad?? ¿¿De verdad que coges al gato y perseguis a las polillas?? ¡¡Tengo que decirte que eso es esclavitud!! O eso, o que pasáis demasiado tiempo juntos y en el fondo a tí también te gusta perseguirlas...
EliminarTe lo prometo, vamos por la cocina empujando la silla, coge al gato, levantalo, que mire la polilla y estire la pata a ver si llega, no llega porque yo no soy muy alta y tampoco puedo estar con el gato gordo mucho tiempo al aire, cuando me canso y la polilla se mueve, vuelta otra vez. Y si, pasamos muuuuuucho tiempo juntos y ya compartimos aficiones, jajajaj!!
EliminarNos hemos quedado ojipláticos con la historia de la polilla, sobre todo nuestra humana que ya nos imagina exigiendo el apoyo logístico a la hora de cazar bichos...
Eliminar¡Saludetes gatunos!
está claro que a mamá se le tiene que pegar algo de vuestro comportamiento... porque vamos, más vaga ella... ni de coña nos levanta para que lleguemos a los armarios.
Eliminarbueno, aunqeu yo también tengo vértigo, así que casi que también paso u_
Oh dios mio!! A mi me pasa lo mismo: bicho volador que intentar escaparse quedándose en el techo, allí que voy yo con mis gatos en vuelo cazador. Jajajaja. Me encanta!
EliminarOki, lo que tenéis que hacer es maullar más insistentemente, que con eso lo conseguís todo!!
EliminarYo tambieeén, Efi me llamaba para que la ayudara a cazar, para que la bajara de los árboles y además la enseñé a subir a una cómoda, de ahí saltabaencima del armario y de ahí a la caja de la persiana ¡anda que orgullosa estaba yo de sus proezas, jeje!
EliminarCarlitos es un vago, o un pasota, no le interesa casi nada.
Otra que caza bichos.... jeje... En casa, es Minerva la que ha conquistado la caja de la persiana, aunque también necesita un poco de ayuda: abro el armario y desde la cajonera salta a la puerta abierta y de ahí a la persiana... ¡¡cualquier día tenemos un disgusto!! Por eso Carlitos no se sube, es más prudente!
EliminarCon respecto a los altillos, nada que añadir: nosotros no pedimos eso de que nos suban a esa zona del armario. Eso sí, la secadora (que está en alto) es otro cantar, sobre todo en invierno cuando acaba de terminar el programa de secado y con la ropa calentita dentro... Rrrrrrrrrrr...
ResponderEliminar¡Más saludetes gatunos!
Entre la que sube a los gatos al altillo, la que persigue con él a las polillas y la que los mete en la secadora... ¡¡Ya tenemos el manicomio completo!!
EliminarHuy yo tengo explorados todos los altillos todas las alturas y todos los muebles eso si que sean altos.Saludos colegas escaladores.
ResponderEliminarSí, cuanto más altos mejor, así luego a nosotros nos cuesta más bajarlos...
EliminarQue bonito Gema, jajajajajja la verdad es que están graciocísimos allí arriba. Son unos seres especiales los gatos. Cualquier cosa les va bien. A los mios les encanta meterse en el mueble del comedor si me dejo las puertas abiertas. Los cajones......
ResponderEliminarUn beso y feliz sábado.
¡¡Cómo odio que se cuelen en los cajones!! Luego me lo encuentro todo desorganizado, revuelto y lleno de pelos... ¡ay!
EliminarJajajaja, ¡que monos están! Y pobrecitos bipes, que los tenéis que andar subiendo y bajando... A nosotras nos gustan las camas por debajo, y Tuna tiene especial interés es esconderse detrás de las cortinas, pero por los armarios nunca nos ha dado...
ResponderEliminarMuchos lametones a la familia gatuna. Y a la humana también, ¡guau guau!
Pues es una suerte para tus humanos que no os metais en los armarios, os lo digo yo que me encuentro siempre la ropa revuelta y llena de pelos...
EliminarJajaja es que es muyyy bueno xDDD En mi casa los armarios no son así, pero como abras una maleta, dentro van. Un día leí la noticia de un gato que se metió en la de sus dueños y cruzó EEUU, ¡tenía las mismas mañas que estos dos!
ResponderEliminarCuando leí aquella noticia pensé que no sería tan extraño que a mí me pasara lo mismo, ¡¡qué fascinación por las maletas!!
Eliminarjajajajjaa y tu que los mimas!! Mira que subirlos... jajajja, mi Guindilla abre solita el armario y allá que se mete, le da igual de quién sea, en el de mi hija, en el mío o en el de "papi". Los otros días saqué un jersey negro de mi marido tooooooodooooo lleno de pelos, y a bien que no es difícil quitarselo todos. Ahhh y en el de las tollas también, sobre todo le encanta la ropa recién lavada y con olor a suavizante, qué manía... jaja
ResponderEliminarBesos
Yo he tenido que asegurar todas las puertas con gomas y aún así terminan consiguiendo meterse. Y, como tú dices, se tumban en el jersey negro, que ya se queda lleno de pelos para siempre...
EliminarCon respecto a lo del altillo/maletero, yo he de decir que en mi casa los armarios siempre están abiertos. Siempre disponibles para que cualquiera de los tres se cuele dentro y se eche alguna que otra siesta o se esconda de seres indeseados (visitas). Si hago el intento de cerrarlos, allí están maullando como si los estuviera matando para que se vuelva a abrir la puerta y les deje entrar.
ResponderEliminarMe encanta leerte porque veo que no soy la única que consiente a sus niños, jejeje. A veces me quejo de lo que les "enseño" pero es que son taaan monos...
Así que en tu casa hay una contínua "jornada de puertas abiertas"... ¿y no tienes la ropa llena de pelos? Me imagino que sí, pero ya nos da igual, ¿no?... teniendo en cuenta que también persigues a los bichos con ellos... ;)
EliminarPues mi ropa está mayormente con pelos, pero antes de salir por la puerta de casa se los quito con rodillo atrapapelo. Pero bueno, no es algo que nos moleste, jejeje.
Eliminarjajajaj, ay esos papis que paciencia
ResponderEliminarLa del santo Job ;)
EliminarEn nuestra casa la trepadora es Mila, nada es demasiado alto para ella! pero igual, en cualquier puerta de armario o closet que se abra, ahí va! y cuanta maleta bolso o cartera viene de visita ... es suyo!!!!!!!! por derecho divino. Tai es más medido, aunque de ultimas y con los ejemplos que está recibiendo se está atreviendo a majaderías que antes no hacía.
ResponderEliminarNo creo que se pueda hacaer mucho con esto, está en sus naturalezas, unos mas que otros pero en fin, comportamientos felinos típicos.
Es curioso eso que cuentas de que Mila hace lo mismo que su hermano, en casa pasa igual, donde va uno quieren ir los demás... ¡¡qué envidiosos!!
EliminarLos gatos llevan el cotilleo al extremo! Lupe hace lo mismo con las alturas a las que no llega y claro, todos a subir y bajar a lupe del armario!
ResponderEliminarAsí que Lupe es otra trepadora con ayuda, ¿no?...
EliminarJa ja ja que fotos, mas buenas¡¡¡¡. Me encantan, desde luego que son curiosos a no poder ser más. Mi gato Gonzo, que es el que se sube a las altas alturas, también se sube, pero luego bajar no baja, nos llama para que le bajemos.
ResponderEliminarSaludos
Jeje.. claro, es que subir es más fácil, das un saltito y ya está, pero a ver quién es el guapo que baja...
EliminarA mi me pasa con el canapé de la cama, porque a Sagu le encanta. Así que tenemos que cerrar la puerta de la habitación antes de abrir el canapé. En los maleteros nunca lo han intentado, pero tampoco les hemos dado opción... creo que no saben que existen.
ResponderEliminarLa foto de me bajáis o me tiro es buenísima.
Yo también he intentado el truco de cerrar la puerta, pero oyen que yo abro el maletero y se ponen a maullar como posesos desde fuera.... y consiguen que los suba ;)
EliminarNo tenemos canapé, pero si lo tuviéramos me temo que los tendría todo el día dentro!!
Eso de quedarse atrapada en los altillos siempre lo hacía Dora. Que recuerdos...
ResponderEliminarOtra a la que había que bajar, ¿no? Seguro que has sonreído al acordarte de Dora ;)
EliminarY yo que pensaba que era la única a la que el gato le exigía que lo subiera y lo bajara! Jajaja
ResponderEliminarPues ya ves que a mí también me tienen esclavizada
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