lunes, 16 de diciembre de 2013

¡Gané!

¿Os pensábais que me iba a pasar otra vez las navidades agachada recogiendo el árbol? Pues no, porque soy más lista que mis gatos y he tenido una idea genial: ¡¡este año no pongo el árbol!! Aunque, ahora que lo pienso, ¿no serán ellos los que me han ganado a mí?........ mmmmmm.........

Corramos un tupido velo. Lo que yo quería contar es que estas navidades me voy a limitar al belén gatuno: su angelito, su Virgen y su San José, su Niño, sus Reyes Magos... No le falta un perejil. Eso sí, todo fuera de la vista felina para no tener disgustos.

 
¿Lo veis allí arriba? Y porque no era plan de ponerlo en la siguiente balda porque ya quedaría
 fuera del ángulo de visión humano, que si no lo habría subido más. 

Y es que aunque parezcan angelitos todos sabemos que en realidad lo que tenemos en casa son auténticas fieras destructoras de adornos y de objetos con valor sentimental para los humanos. Y quiero pensar que ésto es así porque la misión de nuestros gatos es enseñarnos que el verdadero valor está en los seres vivos, de ahí que destruyan jarrones, figuritas, cables o sofás.

Míralos, ahí durmiendo sobre mis piernas aplastadas... ¿no son para comerselos?

Menos mal que se acercan estas fechas tan entrañables en las que todos olvidamos los rencores y las diferencias con los demás. ¿O no?...

Minerva y Sirio, en el fondo, se quieren...

¡¡Feliz Navidad a todos!!

martes, 26 de noviembre de 2013

Escapistas profesionales

Vale, no vivimos en un palacio ni tenemos un jardín. Tampoco somos ricos ni estamos rodeados de lujo y glamour, pero ¿nos hace falta? Yo creo que no. Hoy por hoy, tenemos prácticamente todo lo que le podemos pedir a la vida: un plato de comida caliente cada día, una cama en la que dormir todos juntos y un rayo de sol que entra por la ventana...


Por si la cosa se pone fea, Estrellita tiene guardados unos cartones que nos servirán de cama si hace mucho frío...
 
Pero  no tenemos necesidad de usarlos porque no nos falta de "ná". Además, me considero una buena madre gatuna que cuida y mima (demasiado) a sus felinos. Entonces, yo me pregunto: ¿por qué esa obsesión por escapar? ¿Por qué ese empeño en salir de casa? ¡¡No lo entiendo!!


Yo sé que lo ideal sería vivir en una casa con un jardín estupendo en el que poder correr y trepar a los árboles, en el que no hubiera coches cerca y en el que poder tener un huertito en el que pasar las mañanas. Pero, como no es el caso, me temo que nos toca conformarnos con lo que tenemos, que no es poco. E imaginar que viajamos...


No estéis tristes, mis gatines, nos tenemos los unos a los otros. Y eso es lo más importante ;)

 

martes, 12 de noviembre de 2013

Normal

Cuando alguien se entera por primera vez de que tengo 5 gatos, suele tener una reacción rara, algo así como tensa. Es decir, la conversación sería parecida a:

- Así que vives con tus gatos, ¿no? ¿Y cuántos tienes?
- Cinco
- ....... ¡¡¿¿cinco??!!....
TENSIÓN

Por eso, cuando cuento lo de los 5 gatos, suelo añadir alguna bromita que relaje el ambiente. Por ejemplo:

- Así que vives con tus gatos, ¿no? ¿Y cuántos tienes?
- Cinco
- ....... ¡¡¿¿cinco??!!...
- Sí, cinco gatos... pero, ¿a que parezco normal?
Ji, ji. Ja, ja. FIN DE LA TENSIÓN

Sin embargo, a ratos me paro a pensar: ¿soy normal? ¿lo fui en algún momento? ¿cuándo dejé de serlo? Quizás entré en la categoría de gente "rara" el día que empecé a subir a mis gatos a los maleteros o el día que dejé la cama sin hacer para no molestarlos. 

Mi cama, okupada por 5 felinos. Pues así se va a quedar un buen rato...

Quizás también suene raro contar que cuando se cuela una mosca, al contrario de lo que harían el resto de humanos, corro a cerrar las ventanas para que mis gatos puedan perseguirla y se entretengan un rato.

¿A qué viene tanta expectación? Pues a que hay un moscardón en la lámpara, 
aunque Yunus y Estrellita se empeñen en buscarlo por el suelo...

Cada vez que voy a salir de casa, miro antes por la mirilla y compruebo que no haya ningún vecino en el descansillo. Y no es que no me guste saludarlos, que también, es que me aseguro de que Yunus tenga vía libre para que pueda dar un mini paseo.

Yunus corre a vivir su gran aventura diaria: afilarse las uñas en los felpudos de los vecinos.

Yo no veo vídeos de gatos en Youtube. Ni vídeos de cantantes ni de tomas falsas. Yo pongo vídeos de pájaros para que mis gatos se entretengan...

Apolo y las palomas.

Y si sigo así, puedo enumerar montones de costumbres raras que he adoptado porque vivo con 5 gatos. ¿Quién no se ha levantado 500 veces mientras come a abrir y cerrar una puerta para que los gatos entren o salgan a su antojo? ¿Quién no ha dejado una ventana abierta en pleno invierno porque sus gatos disfrutaban con las vistas? ¿Quién no ha permanecido tumbado en la misma postura y con las piernas dormidas por no molestar a su gato?

Yo confieso que lo he hecho. Y parezco normal...

jueves, 3 de octubre de 2013

No me sale

Apolo: "grfnnpffff...mmmgrrr...."

Por más que lo intento, a veces no me sale. Es normal, no siempre está una inspirada: me coloco, lo intento, parece que sale peeeeero...... ¡falsa alarma! Me quedo como estaba: rara, con ganas de soltarlo pero sin saber cómo. Evidentemente, hablo de escribir una entrada, ¿de qué iba a ser si no?

Seguro que más de uno se pensaba que me había vuelto a Nueva York, pero no, aquí sigo con las cinco fieras, los tres areneros y la maceta que hace la función, los sacos de comida y de arena, los pelos pegados a la ropa, los ratoncitos y pelotas repartidos por el suelo, las cajas de cartón en mitad del salón........ ¡¡¡¡AY!!!!

Menos mal que, para romper la rutina, ayer por la tarde tuvimos una grata (¿o gata?) visita:


Esta micro gata se llama Celeste y es "hija" del "padre" de mis gatos (qué complejo es esto de las familias desestructuradas). Como buen gatero, no ha podido resistirse y ha sucumbido a los encantos felinos una vez más.

La enana en cuestión vino a casa un rato porque el padre del "padre" de mis gatos y propietario de la casa en la que vive Celeste, se niega a que ella se quede, así que ayer, ante la inminente visita del que un día fue mi suegro, la minina tuvo que huir. Al final, el padre del "padre" de mis gatos, que un día fue mi suegro, también sucumbirá a los encantos felinos y la pobre Celeste ya no tendrá que refugiarse más en mi casa.

Por cierto, me voy de escapada este fin de semana y no sé qué meter en la maleta...

Yunus y Estrellita han encontrado el hueco perfecto para pasar la tarde.

sábado, 7 de septiembre de 2013

A 5.760 kilómetros de casa

Estaba yo tan tranquila ejerciendo de turista con mi guía, mis pantalones cortos y mis sandalias con calcetines blancos (Noooo, ¡¡esto último no!! La dignidad es lo primero...) pensando en las trastadas que podrían estar haciendo mis gatos, cuando de pronto recibo un mensaje en mi móvil con las siguientes fotos:
 Minerva refleja sus ojos-láser en el cristal de la mesa.
 
 Sirio aniquila con la mirada al fotógrafo que osa interrumpir su cena.
 
 Estrellita se dispone a beber agua radioactiva de la regadera. ¿Se ha mudado a Londres? ¿Qué es esa niebla?
 
Sirio, no contento con la mirada anterior, vuelve a amenazar al fotógrafo con el exterminio de la humanidad.

Yo, después de esto, fui incapaz de conciliar el sueño a 5.760 kilómetros de casa. Pero por Dios, ¿qué les pasa a mis gatos? ¿Qué les está dando su padre de comer? ¿Plutonio? ¿Criptonita?

Me daba un poco de miedo volver, temía que mis gatos se hubiesen transformado en seres monstruosos, pero por suerte  me encontré con mis peluditos de siempre, y con un recibimiento de croquetas y revolcones que hizo que se me pasara el jet-lag.

Y del viaje pues os traigo también unas fotos. Son del gato de la tienda de la esquina de nuestro apartamento, donde íbamos a comprar víveres después de 12 horas sin parar de caminar (qué sacrificado es el turismo). Cuando eres un gato y vives en una tienda, lo mismo te da dormir sobre los bollos que sobre las judías pintas, el caso es tener bien vigilados a los clientes...




Qué bonito es viajar, cuántas cosas nuevas se aprenden, peeeeero... qué bien se está en casita rodeada de mis gatos :)

sábado, 24 de agosto de 2013

Gatos en la maleta

Desde que vivo con mis gatos, viajar ya no es lo mismo. Por supuesto que me gusta y que, una vez en el destino, disfruto y aprendo de lo que veo, que es de lo que se trata. Pero sólo de pensar en que voy a dejar de verlos durante 10 días se me ponen los pelos de punta...

Hace años que planear un viaje no es sólo comprar unos billetes, organizar un recorrido o hacer una maleta. Desde que llegaron a mi vida, viajar supone pensar cómo apañármelas para que ellos se queden lo mejor atendidos posible.

Mirar un plano y acordarte de tus gatos. Desayunar en un hotel y acordarte de tus gatos. Facturar la maleta y acordarte de tus gatos. Bañarte en una poza y acordarte de tus gatos. Alquilar un coche y acordarte de tus gatos. ¿¿¿No os pasa???

Durante estos 10 días, el "padre" de las criaturas vendrá a darles de comer, cambiarles el agua y limpiar los areneros, además de a darles unos cariños y un cepilladito. Peeeeero... ¿a quién despertarán a las 6:30 de la mañana? ¿quién les va a tirar la pelota por el pasillo? ¿a quién pedirán comida cada 3 minutos? Y, sobre todo: ¿cómo voy a estar 10 días sin tocar una cabeza peluda? ¿a quién achucharé? ¿cómo voy a dormir en una cama sin pelos? ¿¿¿CÓMO VOY A VIVIR SIN GATOS???

Si pudiera, los metía en la maleta :(

Apolo: "no te preocupes, que yo te actualizo el blog"

viernes, 9 de agosto de 2013

Del campo a casa

Todos sabemos las limitaciones que tiene la vida en un piso si, como es mi caso, te gustan los animales. Aunque todos sabemos también que a mí esas limitaciones me la refanfinflan: ¿querías gato? Pues toma cinco, hermosa.

Y todos conocemos las limitaciones que tiene un piso si, como es mi caso también, te gusta el campo y el verde. En mi caso, de momento, no he metido ninguna palmera en casa (aunque tiempo al tiempo) pero sí que tengo bastantes plantas para vivir en un piso pequeño, especialmente en mi "tendedero chill-out".

Me gusta ocuparme de mis plantas todos los días: regarlas, abonarlas, quitar las hojas feas, inspeccionarlas en busca de bichos malos... Incluso fabrico remedios caseros, tipo infusiones de ajo, para ahuyentar plagas indeseadas (y a los vampiros también... jeje...)

Y tanto trabajo y tanto amor terminan dando sus frutos...


Decidme, ¿cómo creéis que debería matarlo? ¿Despacito o rápido?...

domingo, 28 de julio de 2013

¡¡Ay, qué calores!!

No sé a vosotros, pero a mí el calor me deja sin fuerzas: ha sido un mes de julio ¡¡HORRIBLE!! Y eso que yo no soy especialmente calurosa, pero entre que esta casa es un último piso y que ahora estoy más tiempo aquí metida, casi me derrito...

Nos hemos pasado los días tirados por los suelos, y digo "hemos" porque en alguna ocasión, fruto de la desesperación, yo también me he tumbado con ellos, a ver si funcionaba su método. Mi casa parecía el escenario de un gaticidio...

 
Al principio, el ventilador no tuvo muy buena acogida, pero ha sido la única manera de sobrevivir, si no hubiera sido por él a lo mejor no lo estaría contando (vale, vale, estoy exagerando un poquillo, pero se trata de dar pena... jejeje...)
 
 
Menos mal que este fin de semana las temperaturas nos han dado un respiro, parece como si hubiéramos salido de un letargo: los gatos corren por la casa, comemos normalmente, me funciona el cerebro y soy capaz de escribir una entrada... ayer, incluso, pude montar en bici por la tarde!! Los que vivís en ciudades en las que refresca al atardecer no sabéis lo que es no poder salir de casa en todo el día...¡¡ puaj!!

Me temo que se aproxima otra ola de calor, así que aprovecho estos días de lucidez para felicitar a Yunus, que cumplió el pasado día 24 nada más y nada menos que...¡¡tres añazos!!

 Pobre Yunus, celebró su cumple con la casa a 30º, ni siquiera sugerí la posibilidad de encender una vela...
 
Y, a petición de La Gatera, ahí va la foto que demuestra la redondez y rotundidad de la tripota más grande de esta casa felina: la barriga de Apolo. Ni con los calores pierde su robustez el muchacho...
 
 
¡¡Que llegue pronto el otoño!!

sábado, 29 de junio de 2013

Pelos, pelos, pelos

 ¿Cómo se puede ser tan guapo? ¿Quién es mi gatito guapo, quién? ¿Quién te quiere a ti más en el mundo? Di, ¿quién te quiere a ti? ¡¡Tu mamááááááááá!!


Bueno, y después de ésta foto gratuita y de estas frases ñoñas que seguro que todos soltamos cada día, voy a lo que iba: los pelos.

Todos los días, después de desayunar, toca recoger areneros y barrer o pasar el aspirador. Todos todos todos los días. Cuando no es una cosa, es la otra: barro todos y cada uno de los días de mi vida y paso el aspirador un día sí y dos no. Dicho lo cual, que alguien me explique esto:


¿Cómo es posible que después de semejante despliegue de medios siga habiendo tantísima cantidad de pelos en mi casa? Es horrible, ¡¡¡nunca se acaban!!! Es matemáticamente imposible que suelten tanta cantidad, porque además los cepillo cada día y saco dos buenas bolas de pelo.

Ante ésta situación, hoy me ha dado por preguntarme: si mis gatos no paran de soltar pelo, ¿por qué no se quedan calvos?

Sí, lo sé, se me está yendo la pelota. Pero es que los pelos me trastornan. Y lo que es peor, no sólo los pelos.....

martes, 11 de junio de 2013

Hasta el 40 de mayo

Dice el refrán que hasta el 40 de mayo no te quites el sayo. Y yo, que soy muy cumplidora y que creo firmemente en la sabiduría popular, me lo he tomado al pie de la letra y hasta esta mañana no he quitado el edredón nórdico de la cama. Vale, lo admito, algunos días he pasado un poquitín de calor, pero es que el edredón es taaaaan blandito...

El caso es que he quitado la funda y la he dejado en el suelo para llevarla luego al cesto de la ropa sucia. Y ahí sigue, desde esta mañana, porque cada vez que voy a cogerla me encuentro con ésto:

Sirio aprovecha su turno sobre el edredón.

Siempre hay alguien. Y cuando no es uno es otro, así que no descarto que se quede así toda la noche y ya si eso mañana pongo la lavadora...

Somos sus esclavos, está claro. Cuántas veces he tenido que dejar el armario abierto porque me he encontrado con un ocupante...

Yunus ha encontrado la postura perfecta. Por suerte, sobre un jersey blanco... 

Ayer, sin ir más lejos, puse una silla para poder subir una mochila al maletero, y al ir a quitarla... ¡¡ocupada!! Pues allí que se quedó toda la tarde... (Si ampliais la foto veréis que en primer plano hay un forro polar rojo colgado de una percha, ¿no? Bien, pues... ¿¿¿¿veis los pelos???? ¡¡QUÉ HORROR!!)

Sirio ocupa la silla, pero... ¿véis a quién observa? A Minerva, ¡la reina de las alturas!
 
Y, para terminar, os cuento la última moda: beber de la regadera. Por esa razón tengo que dejar la regadera tumbada, llena de agua y la terraza siempre abierta, ya sea de noche, de día, llueva, truene o nos asemos de calor...
¿Cuál de los tres tiene más carita de santo?
Sí, sí, he dicho tres... Yunus, Apolo y... ¡¡Estrellita, que te veo!!
 

Decidme que vosotros también sois esclavos... ¿a que sí? Ahora bien, otro refrán que me aplico: ¡¡sarna con gusto no pica!!

sábado, 25 de mayo de 2013

Dos

No sé si son casualidades o es que nuestro camino ya está trazado, pero cada vez estoy más convencida de que muchas de las cosas que me han pasado han sido de ese modo porque yo estaba en el sitio adecuado en el momento adecuado. Y este pensamiento taaaaan profundo se me ha venido a la cabeza cuando me he dado cuenta de que ya hace dos años que Sirio apareció en mi camino.

 "Qué vergüenza me entra cuando te pones sentimentaloide..."

Si yo no hubiese salido a dar un paseo durante el descanso de la comida, no lo habría oído. Si él no hubiese maullado justo en el instante en el que yo pasaba a su lado, no lo habría visto. Si no hubiese sentido una punzada en el corazón, no me habría parado.

Un día, como cualquier otro día, en pleno Paseo de la Castellana de Madrid, con la calle llena de coches y gente enchaquetada que camina deprisa mirando su móvil. Ambiente de trabajo, humo de coches, ruido, prisas.... y, de pronto, nos cruzamos. Y yo me voy corriendo a comprar una latita. Y me siento en el suelo a mirar cómo se la zampa. Y me da igual lo que piensen los enchaquetados y que estemos a casi 30º, porque en algún sitio está escrito que ésto tiene que ser así.

Y pensar que estuve a puntito de darte en adopción... ¡¡se me ponen los pelos como escarpias!!

"¡¡Me voy!! ¡¡No quiero fotos!!"

miércoles, 15 de mayo de 2013

Miedito me das

El sábado pasado, día 11, Estrellita cumplió dos años, pero yo no pude dedicarle una entrada a tan importantísimo acontecimiento, así que... Estrellita se ha "enfadao"...


Y mira que he intentado explicarle que no es que se me haya olvidado, ¡¡es que no pude!! Pero ella no me lo perdona, se lo noto en las miradas que me echa cuando menos me lo espero...


Noto que me observa y que me acecha. Y, lo que es peor, presiento que en cualquier momento se va a tirar a por mí...

 

Estrellita, querida, no me guardes rencor. Y no te quejes, que mira que entrada te he dedicado, que ni a las top models les hacen tantas fotos como a tí!! Como decía Efi, ya eres una Supernova. Y aunque te has quedado pequeñita, en cuanto me doy la vuelta me la lías como si fueses tres.... Felicidades, bichillo.

viernes, 3 de mayo de 2013

Algún día...

Algún día, cuando yo me haya reencarnado en gato y tú en persona, nos volveremos a encontrar. Y aunque hayan pasado años, siglos o milenios, yo me acordaré de todo. Y entonces...

- En cuanto termines de limpiar el arenero yo iré a estrenarlo con una de esas cacas grandes y apestosas que dejan tufo por toda la casa. Y procuraré taparla con esmero, distribuyendo la arena equitativamente entre el arenero y el suelo del baño, como a tí te gusta.

- Con el primer rayo de sol de la mañana me subiré a tu estómago y, con mi nariz lo más pegada a la tuya, bostezaré con ganas para que mi aliento te llegue hasta la garganta. Te pisaré el pelo y lo que haga falta hasta que abras un ojo y en ese preciso instante golpearé tu cara con mi patita, tratando de sacar la uña lo suficiente como para jod#$%@ sin arañar.

- Cuando te hayas metido en la cama y estés empezando a dormirte, jugaré con la pelotita más ruidosa que encuentre y la dejaré en el sitio más inaccesible para que tengas que arrastrarte en pijama por debajo de algún mueble hasta encontrarla.

- El día que pongan una película interesante me sentaré delante de la tele, tapando el sensor del mando justo en el momento en el que hayas cambiado el idioma pero no activado los subtítulos, para que te des cuenta del poco inglés que sabes a pesar de los años que llevas estudiando.

Y cuando estés tan tan tan tan tan cabreado que estés a punto de regalarme al vecino que tiene un perro de presa, entonces pondré una cara de gatito angelical y soltaré un miaaaauuuu tan tierno que no tendrás más remedio que sonreír y quererme con locura.

Ten paciencia, llegará ese día........

Aprovechad ahora que sois gatos y dormid tranquilos, como si no pasara nada... jejejejejejeje.....

lunes, 22 de abril de 2013

Hogar, dulce hogar

¡¡Ya!! Ya está todo: estanterías, cortinas, lámparas, cuadros, cajas... Todos y cada uno de los 500.000 trastos que salieron de mi antigua casa ya están colocados y ordenados. ¿Milagro? No, un padre con un taladro y una madre insistente han sido claves en el proceso...

La mudanza fue muy bien, excepto por un detalle: uno de los señores que, amablemente, desmontaron mi ex-casa para meterla en un camión y traerla hasta aquí, tenía una alergia a los gatos que se moría. Al final del día, cuando ya se marchaba, apenas podía abrir el ojo derecho y no paraba de moquear... Al cabo de una semana, cuando vino a recoger las cajas ya vacías, se quedó en el rellano, no se atrevió a cruzar la puerta... jeje...

En esta casa nueva tenemos:

Un tendedero "chill out" en el que pasar las tardes rodeados de plantas y escuchando a los niños que juegan y gritan en las zonas comunes.


Unas ventanas bien hermosas por las que entra el sol y desde las que podemos cotillear ampliamente la calle, las ventanas de los vecinos y las zonas comunes.



Y, como no podía ser de otra forma, tenemos dos vecinos felinos que salen a pasear todas las tardes. Uno es gris y blanco y el otro es negro y gigante. Ambos llevan collar y, como buena cotilla que soy, ya he descubierto quiénes son sus dueños y en qué piso viven. En la foto, si os fijáis bien, se ve al negro y gigante. Podría haberlo rodeado con un círculo para que lo encontráseis a la primera, pero así os hago trabajar... jeje... (Pista: en el centro de la foto)


Además, volvemos a tener rascador casero, aunque en versión algo más reducida por cuestiones de espacio, pero situado en una habitación mucho más chula con dibujos de gatos en las paredes!


Poco a poco todos vamos encontrando nuestro sitio. De hecho, Sirio ha sido el primero en dar con él: un nanosegundo después de levantarme, ocupa mi cama para aprovechar el calorcito que dejo y el rayo de sol que entra por la ventana (y que da justamente en mi ojo a las 7 AM...)


Creo que ya puedo decir que éste es nuestro nuevo hogar. Ahora sólo falta que yo encuentre un trabajo en condiciones para poder seguir comiendo Royal Canin... pero ésto ya lo contaré en el siguiente capítulo...

Y ahora, a ponerme al día con vuestros blogs. ¡¡Cuánto os he echado de menos!!

sábado, 23 de marzo de 2013

(Paréntesis)

No estoy cansada de escribir en el blog ni mucho menos. Ni tampoco es que me vaya a tomar unas vacaciones, desgraciadamente... La razón no es que no tenga aventuras felinas que contar. Si me tomo un breve paréntesis es porque... ¡¡NOS MUDAMOS!! Y como doy de baja la conexión a internet de esta casa, mañana me quedo "incomunicada" con el ciberespacio... Pero volveré en cuanto esté instalada, supongo que en un par de semanas.

De momento, y hasta que no haga el traslado a principios de mes, mi casa es un caos. Cajas por el suelo, cuadros descolgados, trastos y más trastos... cuando haces una mudanza te das cuenta de la cantidad de objetos sin valor que guardas en los rincones más insospechados de tu casa. Por suerte, cada vez que abro un armario para organizar lo que me llevo y lo que no, ellos están ahí para echarme una mano. O una pata...


La organización del armario fue un pelín más lenta de lo normal,
Yunus y Minerva no terminaban de decidirse sobre qué ropa donar y cuál quedarnos...


¿Cuántos gatos caben en el armario de las toallas?...

Ya llevo varias mudanzas en mi vida. Y todas han sido agotadoras, emocional y físicamente. Pero todas han sido para mejorar y esperemos que en esta ocasión también. Revolver entre los recuerdos hace que las personas nos pongamos ñoñas, pero estoy segura de que ahora que llega la primavera el sol nos hará sonreir un poquito más.

 
Yunus ya se ha puesto las flores en el pelo para dar la bienvenida al buen tiempo.

Lo dicho, hasta dentro de unos días.