
Una chica la vió y nos llamó, porque sabe que tenemos tres gatos y debe de pensar que somos una protectora. Con la excusa de 'es que yo tengo un pastor alemán' se quitó una preocupación de encima y volvió a su ordenador.
Estrellita llegó a casa con los ojos cerrados (el domingo abrió uno, parece que nos guiña) y desde entonces no he conseguido dormir más de cuatro horas seguidas. Está gordita y sana, se traga los biberones como si no hubiese comido en su vida y ronronea como una tricotosa. Nos pasamos la vida en el veterinario planteando problemas del tipo: 'es que hoy no ha hecho caca', 'es que tiene unas legañas', 'es que parece que estornuda'...
Nos turnamos para levantarnos a las 3 o 4 de la madrugada y darle el biberón, con lo que el careto con el que llego al trabajo todas las mañanas es digno de una portada del National Geographic, pero tengo que decir que está siendo una experiencia espectacular y que a pesar del cansancio tengo unas ganas de cuidarla y acariciarla tremendas.
Nuestra intención es seguir cuidándola hasta que consigamos la familia que se merece. Nosotros ya somos muchos y creo que estará mejor en un sitio en el que puedan dedicarle más atención.
Hasta entonces, biberones a tutiplén!!
Continuará...
Bravo por ti, esas experiencias quedan indelebles en tu vida ,eres la mama sustituta y asi te reconocera de adulta.Si come a ese ritmo, pronto tendras una panterita negra.Felicitaciones por el hermoso bebe.
ResponderEliminarAnimo!qué suerte ha tenido que te ha encontrado...
ResponderEliminarGracias!! Yo le digo 'no te olvides de que tu mamá soy yo'..
ResponderEliminarBueno! pues ya he cotilleado a todos mis congéneres y me han gustado mucho y el blog también.
ResponderEliminarApolo y Minerva tienen unas narices hermosas, también Yunus, pero las otras me recuerdan a mi. Je,je!
Saluudos!
Es verdad, Efi, no había caido en lo de la nariz!! A ver si vais a ser primos...
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